Las cataratas en perros son una afección ocular común que suele estar relacionada con el envejecimiento, aunque puede afectar a perros de cualquier raza y edad. Provocan una opacidad del cristalino del ojo que puede ocasionar pérdida de visión o incluso ceguera si no se tratan. Entender los conceptos básicos sobre las cataratas caninas te permitirá detectar signos de alerta temprano y buscar la atención veterinaria adecuada.
En este artículo respondemos algunas de las preguntas más frecuentes sobre las cataratas en perros para ayudarte a cuidar la visión y salud de tu mascota con confianza.
Una catarata es cuando el cristalino del ojo del perro se vuelve opaco debido a la agrupación de proteínas, lo que impide que la luz llegue a la retina. Esto produce una apariencia lechosa o turbia en el ojo y dificulta la capacidad visual del perro. Las cataratas pueden desarrollarse en uno o ambos ojos y pueden avanzar hasta causar ceguera parcial o total si no se tratan.
Las cataratas avanzan gradualmente en varias etapas:
Las cataratas en etapas iniciales pueden ser pequeñas y sutiles, pero a medida que crecen, la visión se ve cada vez más comprometida. No todas progresan rápido; algunas permanecen estables durante años.
Las cataratas pueden deberse a diversos factores, entre ellos:
Si observas una película turbia o lechosa en los ojos de tu perro, puede ser un signo temprano. Otros síntomas incluyen que el perro choque con objetos, torpeza o reticencia a moverse con seguridad, indicativos de visión afectada. Los perros mayores tienen mayor riesgo y deben someterse a revisiones regulares con el veterinario especialista en oftalmología.
Las cataratas suelen provocar pérdida visual si maduran por completo, pero no todas derivan en ceguera total. La cirugía es el único tratamiento efectivo para recuperar la visión y consiste en extraer el cristalino opaco y reemplazarlo por una lente artificial. Sin embargo, no todos los perros son candidatos ideales para la cirugía, especialmente los mayores o con otros problemas de salud.
El veterinario evaluará el estado general y la etapa de la catarata para proponer el mejor tratamiento. Algunos perros se adaptan bien a la pérdida parcial o total de visión, por lo que la cirugía no siempre es urgente.
Aunque las cataratas pueden afectar a cualquier raza, algunas tienen mayor predisposición genética. Los criadores éticos en España realizan pruebas oculares para reducir la incidencia hereditaria. Mantener controles veterinarios regulares, una dieta equilibrada y buena salud general favorece la detección precoz y el manejo adecuado.