El carcinoma gástrico, también conocido como cáncer de estómago, es una condición grave pero relativamente rara en perros. Afecta principalmente a perros mayores de 8 a 10 años y representa menos del 1% de todos los tumores malignos observados en nuestros compañeros caninos. Aunque puede aparecer en cualquier raza, algunas como el Pastor Alemán, el Boxer, el San Bernardo o el Bulldog tienen mayor predisposición genética. Además, la exposición a nitrosaminas, presentes en ciertos alimentos conservados, puede incrementar el riesgo.
Comprender los distintos tipos de cáncer gástrico es esencial para el diagnóstico y las opciones de tratamiento, al igual que reconocer los síntomas tempranos y conocer los enfoques veterinarios actuales para manejar esta enfermedad desafiante.
El carcinoma gástrico en perros abarca varios tipos de tumores. El tipo más común es el adenocarcinoma gástrico, que se origina en el tejido glandular y representa alrededor del 70 a 80 % de los tumores malignos del estómago. Este cáncer se desarrolla principalmente en la pared gástrica y suele extenderse a los ganglios linfáticos cercanos y a otros órganos como el hígado y el páncreas.
Otros tipos incluyen:
Identificar el tipo de tumor que afecta al perro es crucial para personalizar el tratamiento y ofrecer el cuidado más adecuado.
La detección temprana del carcinoma gástrico puede mejorar los resultados, aunque los síntomas iniciales suelen ser sutiles y pueden confundirse con otros problemas gastrointestinales. Los signos tempranos comunes incluyen vómitos intermitentes, a veces con sangre, disminución del apetito, letargo y malestar abdominal leve.
A medida que el cáncer avanza, los síntomas se agravan:
Dado que estos síntomas pueden indicar varias condiciones, un examen veterinario completo que incluya imagenología y biopsia es esencial para un diagnóstico preciso.
El diagnóstico generalmente combina análisis de sangre, ecografía, endoscopia y biopsia para confirmar la presencia y tipo de tumor. La detección temprana es difícil pero fundamental para un manejo eficaz.
El tratamiento depende del estadio y tipo de carcinoma gástrico:
En España, los veterinarios suelen adoptar un enfoque multimodal, combinando cirugía y quimioterapia cuando es posible, enfatizando la detección temprana para mejorar el pronóstico.
El pronóstico generalmente es reservado, ya que la mayoría de los perros se diagnostica en etapas avanzadas cuando ya existe metástasis. Los tiempos medios de supervivencia tras la cirugía varían de unos pocos meses hasta seis meses, aunque casos excepcionales han sobrevivido más tiempo con terapias combinadas agresivas.
Sin tratamiento, los tiempos de supervivencia suelen ser muy limitados, lo que subraya la importancia de la atención veterinaria temprana ante los primeros signos.
Se recomienda a los propietarios estar atentos a cambios en el apetito, vómitos y comportamiento de su perro y buscar consejo veterinario de forma rápida. El cuidado responsable incluye revisiones regulares y evitar la exposición prolongada a sustancias potencialmente dañinas como alimentos con nitrosaminas.
Las predisposiciones genéticas hacen que los dueños de razas como Pastor Alemán, Boxer, San Bernardo y Bulldog deban estar especialmente alerta a signos tempranos y consultar con su veterinario un plan de seguimiento adaptado.
A través de la concienciación, detección temprana y avances en tratamientos veterinarios, hay esperanza para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los perros afectados por carcinoma gástrico.
Si observa síntomas persistentes o inusuales en su perro, consulte rápido a su veterinario para un diagnóstico y un plan de cuidado personalizado.