Si tu perro está constantemente lleno de energía y se excita con facilidad, ¡cuidarlo mientras mantienes la calma puede ser un verdadero desafío! Si tu perro se vuelve loco al oír el timbre o al ver su correa, y suele correr por la casa, meterse en líos o saltar y llamar la atención de ti y de otras personas, probablemente tengas las manos llenas.
Algunas razas son más propensas a la excitabilidad e hiperactividad, como los cachorros de border collie, los cachorros de husky siberiano y otras razas de perros de trabajo como los cachorros de springer spaniel inglés. Es importante ser consciente de esto antes de adquirir un perro de estas características. Sin embargo, cualquier perro, grande o pequeño, puede mostrar hiperactividad, ya sea por un comportamiento aprendido o porque su cuidado diario no se ajusta a sus necesidades.
Si tienes dificultades para manejar a un perro hiperactivo y te preguntas qué puedes hacer para facilitar la convivencia, sigue leyendo para aprender más.
Un perro que se muestra desobediente o fuera de control puede parecer hiperactivo simplemente porque no entiende lo que se espera de él. Los comandos básicos de entrenamiento son una excelente forma de canalizar la energía de tu perro, estimulando su mente y ofreciéndole una estructura esencial.
Comienza con comandos simples como sentarse, quedarse quieto y venir. Mantén las sesiones de entrenamiento cortas pero frecuentes para estimular el cerebro de tu perro sin sobrecargarlo. Usa señales claras, consistentes y refuerzo positivo para fomentar buenos hábitos y reducir comportamientos erráticos.
Para combatir la hiperactividad, asegúrate de que tu perro haga suficiente ejercicio físico, adaptado a su raza, edad y tamaño. Camina durante 30 a 60 minutos, preferiblemente en dos sesiones, por la mañana y por la tarde, para quemar el exceso de energía que podría manifestarse como hiperactividad dentro de casa.
Las actividades aeróbicas, como jugar a buscar, correr o nadar, son muy beneficiosas. Después del ejercicio, un perro bien cansado descansa calmadamente en lugar de buscar nuevas excitaciones de inmediato.
Es importante alimentar a tu perro con una dieta adecuada a su nivel de actividad y etapa de vida. Por ejemplo, un perro activo de trabajo necesita más calorías y energía, mientras que un perro sedentario en casa puede volverse demasiado energético si se le alimenta con una dieta alta en calorías.
Elige alimentos de alta calidad apropiados para las necesidades de tu perro y evita dietas con muchos aditivos o azúcares que puedan estimular la hiperactividad.
Parte de la hiperactividad proviene de respuestas aprendidas a ciertos estímulos, como la emoción al oír el timbre o la expectativa de un paseo. Observa si situaciones especificas desencadenan la hiperactividad y trabaja para modificar esas respuestas.
Utiliza comandos y señales calmantes al acercarte a estos estímulos, y recompensa el comportamiento tranquilo para reforzarlo. La paciencia y la consistencia son clave para cambiar hábitos arraigados.
Los deportes caninos, como la agilidad, ofrecen excelentes formas de desafiar tanto la mente como el cuerpo. Estas actividades ayudan a canalizar constructivamente la energía de tu perro mientras fortalecen el vínculo y mejoran la obediencia.
Incluso si no participas en competiciones, los juegos regulares que simulan estos deportes proporcionan fatiga mental que ayuda a aliviar la hiperactividad.
El masaje canino tiene un efecto calmante y relajante similar al que experimentan los humanos. Esta terapia táctil sencilla se puede hacer en casa cuando tu perro está receptivo, por ejemplo después del ejercicio.
Comienza con caricias suaves en la cara y la cabeza, continúa frotando suavemente las orejas, el cuello y el cuerpo. Esto ayuda a relajar los músculos y transmite una sensación de confort, reduciendo la sobreactividad.
Los perros jóvenes y los cachorros naturalmente tienen más energía y tienden a ser más hiperactivos. La mayoría de los perros se tranquilizan con la edad, especialmente a partir de los siete u ocho años. Sin embargo, puedes manejar su energía y comportamiento de forma proactiva en cualquier etapa con los consejos mencionados.
Ser paciente y satisfacer sus necesidades de ejercicio, estimulación mental y momentos de calma contribuye a que tu perro esté feliz y equilibrado durante toda su vida.