Si tu gato sale al exterior en épocas de frío, nieve o hielo, es fundamental vigilar sus patas. La sal y la gravilla usadas en calles y aceras pueden quedarse pegadas en sus almohadillas y resultar dañinas si las lame. Tras salir, limpia suavemente sus patas con un paño húmedo para eliminar estos residuos y evitar toxinas e irritaciones.
El invierno trae peligros como anticongelantes y fundentes, que contienen glicol de etileno, una sustancia muy tóxica para los gatos. Los síntomas de envenenamiento incluyen vómitos, convulsiones, respiración rápida y letargo. Si sospechas que tu gato ha ingerido o tenido contacto con estos productos, busca atención veterinaria urgente. Guarda estos químicos con seguridad y limpia cualquier derrame de inmediato para evitar exposiciones accidentales.
Con la llegada de la primavera, es un buen momento para cuidar la salud dental de tu gato. Aunque no disfrutan de cepillarse, una pasta dental especializada enzimática puede ayudar a evitar que la placa se convierta en sarro y cause enfermedades. Una dieta equilibrada rica en antioxidantes también favorece la salud bucal. Visitas veterinarias regulares ayudan a detectar problemas a tiempo.
El cepillado habitual elimina pelo muerto y restos de piel que obstruyen los poros y dificultan el crecimiento. No te preocupes si tu gato tiene caspa o pelo suelto; el cepillado estimula los aceites naturales y mejora la salud dérmica. Los gatos de pelo largo requieren un cepillado más cuidadoso para evitar nudos y bolas de pelo, que pueden producir molestias y problemas de salud.
Los gatos que salen al exterior se benefician de una identificación fiable para facilitar su regreso en caso de pérdida. El microchip es la forma más permanente de identificación. Además, un collar con cierre de seguridad y placa identificativa es recomendable. Los collares de seguridad reducen el riesgo de lesiones si se enganchan con objetos. Incluso los gatos de interior pueden necesitar identificación si podrían escaparse en verano.
Pesarlo de forma habitual ayuda a mantenerlo en forma y detectar problemas de salud precozmente. La obesidad es común y aumenta el riesgo de enfermedades urinarias y otras. Mantén a tu gato activo y controla la alimentación ajustando raciones y tiempo de juego. Un pelaje sano y movimientos ágiles son indicios de buen estado físico.
En verano, con las comidas al aire libre, mantén a tu gato alejado de las barbacoas y de alimentos peligrosos. Huesos cocidos, cerdo crudo y el contacto con el fuego pueden causarle daños graves. La curiosidad felina puede llevarlo a explorar parrillas calientes o brasas, con riesgo de quemaduras. Supervísalo y evita que acceda a comidas o fuentes de calor inseguras.
Aunque solemos usar protector solar para personas, los gatos también corren riesgos por la radiación ultravioleta (UV), especialmente los de pelaje blanco o claro, que pueden sufrir quemaduras en orejas y nariz. Limita la exposición directa en las horas de mayor sol y considera productos solares felinos aprobados por veterinarios para proteger las zonas sensibles.
Muchos alimentos comunes en humanos son tóxicos para gatos, como el chocolate, cebollas, uvas, tomates y pasas. El exceso de pescado crudo puede provocar deficiencias por enzimas que destruyen nutrientes esenciales. El hígado en grandes cantidades puede causar intoxicación por vitamina A. Es mejor ofrecer comida completa y equilibrada para gatos y dar premios con moderación, nunca medicinas humanas ni para perros.
Los fuegos artificiales suelen provocar ansiedad en los gatos. Prepara un espacio interior tranquilo y seguro con sus objetos de confort, como camas. Algunos gatos podrían beneficiarse de consejos veterinarios o calmantes naturales, como aceite de lavanda aplicado en la cama. Mantén a tu gato en casa durante celebraciones y noches con hogueras para reducir estrés y evitar lesiones.
Con la llegada del otoño, revisa la dieta de tu gato para prevenir aumento de peso, especialmente si está menos activo. El exceso de comida y suplementos puede ocasionar problemas. Mantén una dieta equilibrada y ejercicio adecuado. Debes poder sentir sus costillas con una ligera capa de grasa, pero no deben ser visibles. Consulta a tu veterinario para consejos personalizados.
Las decoraciones festivas, plantas como lirios, acebo, hiedra y muérdago, y comidas ricas o tóxicas pueden ser peligrosas para los gatos. Las velas y los lazos también suponen riesgos de lesiones o ingestión accidental. Ofrece premios saludables y mantiene fuera de su alcance los elementos dañinos. Un buen regalo navideño es hierba gatera cultivada en casa, que brinda enriquecimiento y placer.