Los Bulldogs Franceses han ganado mucha popularidad en España, siendo una presencia habitual en paseos diarios, parques que aceptan perros e incluso en campañas publicitarias. Su aspecto encantador y su personalidad única los han hecho muy queridos, incluyendo entre celebridades que fortalecen su fama nacional.
El aumento de popularidad de la raza se ha visto reflejado en el crecimiento de criadores autorizados y registros en el ámbito del Real Sociedad Canina de España (RSCE), que es el organismo oficial encargado de la inscripción y control de pedigree en España. Aunque la tendencia fue notable primero en países como Francia y Estados Unidos, el interés en España ha crecido considerablemente durante la última década.
En diciembre de 2018, los Bulldogs Franceses eran de los perros más promovidos en plataformas españolas y sitios de venta de mascotas, posicionándose por delante de otras razas pequeñas y populares como el Carlino o el Chihuahua, lo que evidencia su fuerte demanda en el mercado español.
Solo en los últimos 10 a 15 años el Bulldog Francés se ha reconocido ampliamente en España. Antes, razas similares como el Boston Terrier eran las más comunes y a menudo confundidas por personas sin experiencia debido a ciertas similitudes físicas.
Originario de Francia y con gran arraigo en Estados Unidos, el Bulldog Francés llegó a España principalmente a través de intercambios culturales y la influencia de los medios de comunicación. Esto impulsó la importación de ejemplares para reproducción y el desarrollo de criaderos nacionales, aumentando la disponibilidad de cachorros.
Gracias a estas dinámicas, la popularidad del Bulldog Francés subió rápidamente, con importantes incrementos en registros oficiales en RSCE y una demanda muy alta en el mercado de mascotas.
Los dueños aprecian a los Bulldogs Franceses por muchas razones, entre ellas:
A pesar de su encanto, los Bulldogs Franceses enfrentan importantes retos de salud que es esencial conocer. La popularidad creciente ha ido acompañada del aumento de problemas hereditarios y relacionados con su conformación física.
Un problema importante es el Síndrome de la Vía Aérea Obstructiva Braquicefálica (SVAOB), ocasionado por su rostro achatado, que puede provocar dificultades respiratorias y episodios de asfixia. Además, la dermatitis por pliegues cutáneos causada por la humedad atrapada puede generar infecciones. También son comunes problemas oculares como el ojo de cereza y úlceras, debido a sus ojos prominentes.
En el ámbito ortopédico, son frecuentes la luxación rotuliana (desplazamiento de la rodilla) y enfermedades vertebrales como la enfermedad del disco intervertebral (EDIV). Algunos Bulldogs Franceses pueden sufrir sarna demodécica y malformaciones cardíacas como la estenosis pulmonar.
La comunidad veterinaria en España, conforme con instituciones veterinarias europeas, enfatiza estas preocupaciones de bienestar. Aunque en España no hay prohibiciones de registro como en Holanda, las normativas recientes exigen que solo criadores registrados y responsables puedan comercializar cachorros para evitar problemas de salud derivados de la crianza irresponsable.
Muchos problemas de salud se agravan por prácticas de cría irresponsables, incluyendo la venta de perros sin pedigree o sin pruebas sanitarias adecuadas. La popularidad de colores poco comunes en el pelaje, no reconocidos oficialmente, también fomenta crianzas arriesgadas.
Si buscas un cachorro de Bulldog Francés, es fundamental escoger un criador reconocido, que realice pruebas de salud según las recomendaciones del RSCE y proporcione la documentación oficial del perro. Esto ayuda a asegurar que tu nueva mascota tenga mayores probabilidades de una vida saludable.
Antes de dar la bienvenida a un Bulldog Francés a tu hogar:
Siguiendo estos pasos, promueves una tenencia responsable y contribuyes al bienestar de esta querida raza.
Respuesta rápida: Estar registrado en el Real Sociedad Canina de España (RSCE) significa que la genealogía del perro está oficialmente documentada, confirmando su estatus de raza pura y permitiendo la trazabilidad de su linaje.
En España, la RSCE es el registro oficial para perros de raza, incluido el Bulldog Francés. Un cachorro registrado tiene padres con pedigree comprobado y registrado. Esta inscripción ayuda a mantener los estándares de la raza, promueve la crianza responsable y generalmente implica pruebas de salud de los perros reproductores para reducir enfermedades hereditarias. Los futuros propietarios obtienen mayor confianza sobre el origen y la salud del perro. Por contra, los perros no registrados pueden carecer de linaje documentado, aumentando el riesgo de problemas de salud o comportamiento desconocidos.