Existe un sonido que la mayoría de los dueños de gatos reconocen al instante y muchas veces temen: el inconfundible ruido de un gato expulsando una bola de pelo. Aunque estas bolas pueden ser una molestia y manchar alfombras o muebles, es natural preguntarse si indican un problema de salud o si tu felino simplemente está haciendo lo que mejor sabe: acicalarse.
Cuando los gatos se acicalan, su lengua áspera arrastra pelos sueltos de su pelaje. Inevitablemente, parte de este pelo se ingiere. Aunque la mayoría pasa sin problemas por el sistema digestivo y sale en las heces, a veces el pelo puede acumularse y formar una masa compacta conocida como bola de pelo o tricobezoar.
Las bolas de pelo suelen ser regurgitadas y no expulsadas mediante tos, como se suele creer erróneamente. Esta regurgitación es el mecanismo natural del gato para limpiar el estómago del pelo indigerible. Normalmente, la bola tiene forma de salchicha y un color oscuro.
Es normal que la mayoría de los gatos expulsen bolas de pelo de vez en cuando, especialmente por sus hábitos meticulosos de acicalamiento. Los gatos de pelo largo suelen ser más propensos a tener bolas frecuentes porque mudan más pelo. Algunos gatos que se acicalan en exceso – quizá por estrés, alergias o irritaciones cutáneas – pueden desarrollar bolas problemáticas.
Curiosamente, muchos gatos comen hierba instintivamente, lo que se cree les ayuda a expulsar las bolas de pelo más fácilmente. Si tu gato muerde hierba y luego vomita, por lo general no es motivo de alarma, sino un comportamiento natural para facilitar la digestión.
Las bolas de pelo ocasionales no suelen representar un problema de salud, pero pueden indicar algo más serio en ciertas circunstancias. Si tu gato vomita bolas de pelo con frecuencia o presenta otros síntomas como falta de apetito, vómitos persistentes, letargo, estreñimiento o molestias abdominales, es crucial consultar al veterinario cuanto antes.
En casos raros, las bolas pueden endurecerse y causar obstrucciones en el tracto digestivo, requiriendo intervención médica o quirúrgica. El veterinario puede realizar pruebas diagnósticas como radiografías para determinar el mejor tratamiento.
La mayoría de los gatos manejan las bolas de pelo de forma natural, pero si tu gato sufre con frecuencia o tiene dificultad para expulsarlas, algunas medidas pueden ayudar a reducir su aparición:
Si tu gato muestra signos de malestar o enfermedad más allá de expulsar bolas de pelo ocasionalmente, como vómitos continuos sin expulsar bolas, rechazo a la comida o comportamiento inusual, es fundamental una valoración veterinaria. La intervención temprana previene complicaciones y mantiene a tu gato cómodo y sano.
Mientras tanto, es recomendable invertir en productos de limpieza seguros para mascotas para esos inevitables momentos de limpieza.
Recuerda que una tenencia responsable implica entender las necesidades de acicalamiento y las señales de salud de tu gato para ofrecerle el mejor cuidado posible.