Si tu perro aúlla, ladra, hace sus necesidades en casa o destruye muebles cuando se queda solo, puede sufrir ansiedad por separación. Esta condición afecta a aproximadamente un tercio de los perros en España y puede afectar gravemente el bienestar de tu mascota y vuestra relación. Es fundamental diferenciar la ansiedad por separación de otros comportamientos relacionados con la ausencia del propietario antes de decidir un tratamiento.
Los comportamientos relacionados con la separación solo se manifiestan cuando el dueño está ausente y pueden incluir vocalizaciones, hacer sus necesidades dentro, intentos de escape, destrucción y deambulación. A veces se deben a ansiedad por estar solos, pero también pueden estar causados por otros factores:
Los perros mayores suelen descansar cuando están solos, pero los jóvenes se benefician de juguetes o comederos interactivos para mantener su mente activa. Un paseo largo o un entrenamiento de obediencia previo a la ausencia pueden ayudar a cansar al perro. Los dueños deben observar la reacción de su perro a estímulos presentes para identificar posibles desencadenantes.
Dado que a veces es difícil distinguir estas causas de comportamiento de la ansiedad por separación, se recomienda encarecidamente consultar a un especialista en comportamiento canino para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
El periodo de socialización, que ocurre entre las 4 y 12 semanas de edad, es crucial para los cachorros, ya que aprenden a manejar experiencias diarias, incluyendo estar solos. Los cachorros no expuestos a estas experiencias en esta etapa pueden desarrollar estrés ante la separación en el futuro. Incluso los que se quedan solos durante la socialización pueden desarrollar ansiedad si tienen una genética tímida o si asocian la soledad a experiencias desagradables.
Es importante prevenir la ansiedad en lugar de solo suprimir los síntomas. Castigar al perro o impedir sus conductas de afrontamiento sin tratar la ansiedad agrava el problema y puede causar otros trastornos conductuales. Los perros no sienten culpa, sino que responden a lenguaje corporal, muchas veces aparentando sentirse “culpables” por la reacción de sus dueños.
Si necesitas salir antes de terminar el entrenamiento, deja un objeto con tu olor y un juguete especial exclusivo para las ausencias para tranquilizar al perro. Entrenar en distintas habitaciones o contextos respecto a las salidas normales puede ayudar a generalizar experiencias positivas al estar solo.
Los dueños deben ser pacientes y consistentes en el proceso para superar la ansiedad por separación, buscando ayuda profesional cualificada si es necesario. La tenencia responsable incluye proporcionar suficiente ejercicio, estimulación mental y adecuada socialización desde una edad temprana. Si vas a adquirir un cachorro, busca criadores responsables en España o considera la adopción para evitar apoyar prácticas de cría poco éticas.
Con comprensión y esfuerzo, la ansiedad por separación puede controlarse eficazmente para mejorar la calidad de vida de tu perro y conservar una relación cariñosa y armoniosa.