Los abscesos en gatos son un problema común, especialmente en gatos propensos a peleas o heridas. Estos bultos hinchados y dolorosos se desarrollan bajo la piel debido a la acumulación de pus y bacterias, generalmente por mordeduras o arañazos. Los abscesos surgen cuando las bacterias de la boca del gato o del entorno entran en heridas profundas que se sellan rápidamente, atrapando la infección dentro.
Un absceso es una acumulación de pus y toxinas bajo la superficie de la piel que no puede drenar normalmente. El cuerpo responde a la entrada de bacterias en una herida liberando anticuerpos, lo que produce pus. Pero cuando el pus queda atrapado, provoca dolor, hinchazón e inflamación visible como un bulto en la piel del gato.
Los gatos desarrollan principalmente abscesos por mordeduras ocurridas en peleas, que introducen bacterias profundas en la piel. Otras causas incluyen espinas, rasguños o mordeduras de roedores. Debido a que las heridas de los gatos suelen cerrarse rápidamente, las bacterias no pueden escapar, agravando la infección. Los signos aparecen generalmente unos días después de la lesión cuando la zona se hincha y duele.
Los abscesos pueden estar ocultos por el pelo, pero pueden causar molestia y bultos visibles. Los síntomas incluyen:
Bacterias como Pasteurella multocida, Staphylococcus, Streptococcus y bacterias anaeróbicas prosperan en mordeduras y heridas punzantes. Las heridas punzantes son especialmente riesgosas porque se cierran rápido, atrapando bacterias profundamente. Los gatos con acceso al exterior o que se pelean tienen más riesgo. Incluso heridas pequeñas, como espinas o semillas, pueden causar abscesos si las bacterias entran en la piel.
Si un absceso se rompe, puede drenar una secreción espesa y maloliente de forma natural. Sin embargo, la atención veterinaria rápida asegura una limpieza completa y previene complicaciones. Si no drena solo, se necesita intervención veterinaria que puede incluir:
El tratamiento temprano evita que la infección se extienda al torrente sanguíneo, lo que puede causar letargo, fiebre y enfermedad grave.
Reducir el riesgo incluye mantener al gato en casa o supervisar su tiempo al aire libre, castrar para disminuir el comportamiento agresivo y tratar rápidamente cualquier herida. Revisar regularmente la piel del gato, especialmente si sale, ayuda a detectar abscesos temprano.
Si observa bultos, hinchazón, secreción o si el gato muestra signos de dolor, fiebre o cambios de comportamiento, busque atención veterinaria de inmediato. Un tratamiento veterinario rápido logra una recuperación más rápida y menos molestias para su gato.
Conocer las causas de los abscesos en gatos, reconocer los síntomas y saber cuándo buscar cuidados profesionales ayudará a mantener a su felino saludable y cómodo.