Transportar a tu gato, ya sea al veterinario, de vacaciones o durante una mudanza, es una necesidad común para todos los dueños de gatos. Sin embargo, muchos cometemos errores que aumentan el estrés de nuestros compañeros felinos. Esta guía completa revela siete fallos frecuentes y cómo evitarlos, garantizando que el viaje de tu gato sea seguro y tranquilo.
La primera experiencia de tu gato con el transportín no debe ser un momento inesperado y estresante justo antes del viaje. Los gatos son naturalmente desconfiados con ambientes desconocidos, y un transportín que solo se usa una vez al año puede resultar muy intimidante. Para reducir la ansiedad, mantenlo accesible en casa, tal vez convirtiéndolo en un lugar acogedor con una manta suave y que huela a su entorno habitual. Introducir el transportín semanas antes del viaje ayuda a que tu gato cree asociaciones positivas y disminuya el estrés.
Al mantener el transportín como parte normal del entorno, facilitas significativamente futuros traslados para ti y tu gato.
Dar comida justo antes del viaje o mientras está dentro del transportín puede provocar molestias, náuseas o incluso mareos. Los gatos no están acostumbrados al movimiento y estrés de los trayectos en coche, y un estómago lleno puede empeorar estas reacciones desagradables.
En su lugar, ofrece premios para animar a tu gato a entrar al transportín, pero evita comidas completas unas horas antes de salir. Esta práctica reduce la probabilidad de que necesite ir al baño durante el trayecto o sufra vómitos.
Aunque pueda parecer reconfortante sacar al gato del transportín si está ansioso o maullando, esto puede ser peligroso. Un gato suelto distrae al conductor y puede sufrir lesiones ante frenazos bruscos o accidentes. Los gatos se sienten más seguros en su transporte, que es un refugio estable y conocido.
Si tu gato está acostumbrado a llevar arnés y correa y se mantiene tranquilo, algunos dueños permiten libertad limitada bajo supervisión lejos del asiento del conductor. No obstante, la opción más segura para la mayoría es mantener al gato dentro del transportín durante todo el trayecto.
Los gatos suelen sentirse vulnerables cuando están expuestos durante el viaje. Cubrir el transportín con una tela ligera y transpirable crea un espacio tipo madriguera que ayuda a disminuir la ansiedad. Esta cubierta reduce estímulos visuales sin impedir la circulación del aire, haciendo el viaje más llevadero.
El transportín debe ser lo suficientemente grande para que el gato pueda sentarse, estar de pie y girar con comodidad. Usar uno demasiado pequeño limita sus movimientos y aumenta su estrés, mientras que uno demasiado grande puede incrementar el riesgo de lesión en frenazos bruscos, al permitir que el gato se desplace y se golpee.
Si solo tienes uno grande, considera colocar dentro una caja más pequeña y cerrada para que el gato se sienta seguro y limitar su movilidad durante el trayecto.
Asegurar el transportín con el cinturón de seguridad o un sistema adecuado es fundamental para la protección. Sujetarlo en tu regazo puede parecer cómodo, pero no protege en caso de accidente y es inestable para el gato.
Coloca el transportín en un asiento y abróchalo firmemente, sentándote al lado para vigilar a tu gato. Así proteges a tu mascota y a los pasajeros durante el viaje.
Pese a que pueda parecer lógico terminar el viaje rápido, conducir a gran velocidad o de forma brusca aumenta el estrés tanto para el conductor como para el gato. Frenazos repentinos, curvas rápidas y aceleraciones violentas pueden inquietar a tu mascota y provocarle mareos.
Maneja con suavidad y a ritmo constante para proporcionar un ambiente relajado, facilitando que tu gato soporte mejor el trayecto.
Transportar a tu gato no debería ser ni estresante ni inseguro. Preparándote con antelación, escogiendo el transportín adecuado, alimentando en el momento correcto, asegurando bien el transportín y conduciendo con precaución, mejorarás mucho el confort y la seguridad de tu gato. Recuerda que la paciencia y la preparación son claves. Considera cada viaje como una oportunidad para fortalecer la confianza de tu gato en los desplazamientos, lo que facilitará salidas más tranquilas durante años.