Las orejas sucias o infectadas en perros pueden deberse a diversas causas, algunas que requieren atención veterinaria. Es fundamental identificar la causa raíz y acudir a un veterinario, ya que las infecciones no tratadas pueden empeorar, causando daños permanentes en el oído y pérdida auditiva. El veterinario comprobará si el tímpano está intacto antes de recomendar un tratamiento, asegurando una atención segura y eficaz.
Muchos perros no disfrutan que les toquen las orejas, lo que dificulta la inspección y limpieza. Introduce la revisión de oídos de manera suave cuando tu perro esté sano, convirtiéndolo en una experiencia tranquila y gratificante. Aunque no podrás ver dentro del oído a profundidad como lo hace el veterinario con un otoscopio, podrás detectar exceso de cerumen o suciedad. Solo los profesionales deben retirar el pelo excesivo para evitar irritaciones.
Aplicar medicamentos en el oído puede ser estresante para perros y dueños. Contar con la ayuda de alguien que sostenga y calme al perro facilitará y hará más seguro el proceso. Los perros pequeños suelen sentirse más seguros sobre una mesa estable con superficie antideslizante, mientras que las razas grandes prefieren el suelo. La paciencia y un enfoque calmado reducen la resistencia.
Las infecciones recurrentes de oído pueden estar relacionadas con alergias a proteínas en la dieta o a factores ambientales como polen, polvo o ácaros. El canal auditivo ofrece un ambiente cálido y húmedo ideal para el crecimiento de levaduras y bacterias, especialmente cuando el sistema inmunitario está comprometido. Tu veterinario podrá aconsejarte dietas de exclusión y manejo de alergias para reducir los brotes.
Al limpiar los oídos de tu perro en casa, siempre usa productos específicos para uso canino. Evita preparaciones con alcohol, ya que pueden secar e irritar la piel del oído. Nunca uses bastoncillos de algodón dentro del canal auditivo, porque pueden dañar el tímpano y empujar la suciedad más profundo, empeorando la condición.
Los perros con orejas largas y caídas son más propensos a infecciones debido a la menor circulación de aire. La limpieza regular debe formar parte de su cuidado rutinario. Aplica el limpiador recomendado, masajea suavemente la base de la oreja, permitiendo que el perro sacuda la cabeza para ayudar a remover restos. Limpia cuidadosamente con gasas o algodones sin presionar y asegúrate que la zona quede seca. Comienza esta rutina desde cachorro para que el perro se acostumbre.
Revisa los oídos de tu perro frecuentemente y vigila comportamientos como sacudir la cabeza, frotar o rascarse alrededor de las orejas. Detectar problemas a tiempo permite un tratamiento más rápido y menos molestias para tu mascota.
Cuidar las orejas de tu perro es crucial para su bienestar y felicidad, sobre todo en razas propensas a infecciones. Entendiendo las causas, manteniendo una rutina suave de limpieza con productos veterinarios y consultando al veterinario a tiempo, puedes prevenir problemas graves. Siempre prioriza la comodidad y seguridad de tu perro al manejar sus orejas y colabora estrechamente con tu veterinario para controlar cualquier problema crónico.
Si estás pensando en añadir un nuevo perro a la familia, considera buscar cachorros de criadores responsables que ofrezcan orientación sobre cuidados específicos de raza, incluyendo la salud auditiva.