La tos de las perreras es un problema de salud canino muy común y altamente contagioso que puede propagarse rápidamente entre los perros. Entender sus causas, síntomas y métodos de prevención ayuda a los dueños a cuidar efectivamente a sus mascotas.
Esta guía presenta seis datos claves que todo dueño debe conocer sobre la tos de las perreras para mantener la salud y bienestar de su perro.
Esta infección respiratoria se transmite fácilmente, especialmente en lugares donde se reúnen muchos perros como residencias caninas, parques para perros, peluquerías caninas y guarderías. La transmisión ocurre por gotas en el aire al toser o estornudar, contacto directo con un perro infectado o al compartir objetos contaminados como platos de comida o agua. Mantener la higiene y vigilancia en estos sitios es fundamental.
La condición es causada por una combinación de virus y bacterias. La bacteria principal es Bordetella bronchiseptica. Frecuentemente, también intervienen virus como el parainfluenza canino, adenovirus, moquillo y virus de la influenza, complicando la infección. Por ello, la prevención y tratamiento requieren el asesoramiento cuidadoso de un veterinario.
El síntoma más distintivo es una tos seca, fuerte, persistente y seca, parecida a un bramido que difiere de una tos común o resfriado. Otros signos pueden incluir estornudos, secreción nasal y ocular. En casos más severos, pueden aparecer apatía y pérdida de apetito. Reconocer esta tos a tiempo permite buscar atención veterinaria oportuna.
Principalmente inflama la laringe y la tráquea, lo que causa la tos y la incomodidad respiratoria. Esta inflamación es la razón de la tos fuerte y prolongada. El estrés y factores ambientales como mala ventilación o frío pueden agravar los síntomas.
Si el veterinario diagnostica tos de las perreras, el perro debe descansar y mantenerse en un ambiente cálido para favorecer la recuperación. Se debe limitar el ejercicio hasta que desaparezcan los síntomas. Dado que la infección es contagiosa, es vital aislar al perro para evitar que contagie a otros. Siga atentamente las indicaciones del veterinario y observe si hay empeoramiento.
Vacunar contra la tos de las perreras, generalmente con una vacuna intranasal que protege de Bordetella bronchiseptica, disminuye significativamente el riesgo de infección. Incluso expuestos, los perros vacunados suelen presentar síntomas más leves. Asegúrese de mantener al día el calendario de vacunación, incluyendo refuerzos anuales, sobre todo si su perro va a residencias, guarderías o tiene mucha socialización.
Los antibióticos pueden ser recetados si existe infección bacteriana confirmada, pero no todos los casos responden a ellos porque algunos son virales. Aunque la tos de las perreras afecta principalmente a perros, Bordetella bronchiseptica puede infectar teóricamente a gatos y personas con sistemas inmunitarios debilitados, aunque es raro. Los propietarios responsables deben conocer esto y mantener buenas prácticas higiénicas.
La tos de las perreras es una infección respiratoria contagiosa frecuente en perros que puede manejarse bien con conocimiento, vacunación y cuidados adecuados. Reconocer síntomas pronto, dar descanso y aislamiento al perro durante su recuperación y mantener las vacunas al día son claves para preservar la salud canina y evitar la propagación.
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