Tener un cachorro o perro que muerde todo puede ser un desafío común para muchos propietarios. La mordedura es un comportamiento natural e importante en los canes, especialmente en cachorros que exploran el mundo mordiendo objetos. Sin embargo, es crucial enseñar a tu perro a diferenciar entre juguetes aprobados para morder y los objetos del hogar para su seguridad y tranquilidad tuya.
La mordedura inapropiada es más frecuente durante la fase de cachorro, normalmente hasta los nueve meses de edad, y suele disminuir conforme maduran. No obstante, el daño durante esta etapa puede ser significativo, por eso la orientación temprana es esencial. Enseñar comandos como “déjalo” y “no” ayuda a tu perro a aprender límites de forma efectiva.
Morder satisface impulsos naturales y ayuda a los cachorros a aliviar las molestias de la dentición, similar a los bebés humanos. Al caerse los dientes de leche y salir los dientes adultos, las encías pueden doler, lo que aumenta la necesidad de morder. Ofrecer juguetes seguros diseñados para calmar las encías en crecimiento es fundamental para satisfacer esta necesidad sin recurrir a objetos del hogar.
Morder objetos inadecuados puede causar daños costosos en pertenencias como zapatos, muebles o alfombras. Más importante aún, puede perjudicar a tu perro si traga sustancias tóxicas, astillas o materiales no digeribles, lo que supone riesgos de lesiones internas o intoxicaciones.
Primero, considera si problemas de salud o ansiedad pueden estar causando el comportamiento. Deficiencias nutricionales o enfermedades subyacentes pueden provocar mordeduras excesivas. Consulta siempre a tu veterinario para descartar causas médicas. El estrés y la ansiedad también se manifiestan en mordeduras destructivas; asegura que el entorno de tu perro sea seguro y tranquilo.
Cuida tus pertenencias mientras entrenas a tu perro, eliminando objetos tentadores como zapatos, juguetes de niños y cables eléctricos fuera de su alcance. Limita el acceso a habitaciones donde ocurra mordedura inapropiada cuando esté solo. Esto reduce oportunidades y refuerza el aprendizaje.
El aburrimiento es una causa común de mordedura destructiva. Proporciona ejercicio diario, tiempo de juego e interacción social. La variedad en juguetes y actividades mantiene a tu perro ocupado mental y físicamente, disminuyendo el impulso de morder por aburrimiento.
Introduce diversos juguetes duraderos y seguros que se adapten a las preferencias de tu perro en textura y sabor. Cambia los juguetes regularmente para mantener su interés. Guarda los juguetes en una caja o cesto especial para que tu perro aprenda cuáles le pertenecen. Recompensa y elogia a tu perro cuando elige los juguetes adecuados en lugar de objetos del hogar.
Si tu perro comienza a morder algo inapropiado, intervén con calma usando comandos como "déjalo" y redirígelo hacia un juguete adecuado. Evita luchas físicas que puedan convertir esto en un juego. Cuando entregue el objeto, prémialo con elogios o golosinas. Evita mensajes confusos nunca permitiendo que conserve objetos destruidos como juguetes.
La paciencia y la constancia son fundamentales. Recuerda que morder es instintivo y guiar a tu perro en lugar de castigarle fomenta una relación saludable y mejor comportamiento a largo plazo. Invertir en entrenamiento temprano ayuda a evitar daños costosos y protege el bienestar de tu perro.
Siguiendo estos cinco pasos prácticos crearás un ambiente seguro y enriquecedor para tu perro que respeta sus necesidades naturales y promueve un hogar feliz para todos.