Los perros aportan una enorme alegría a sus dueños y, a cambio, merecen cuidados atentos que incluyen una dieta nutritiva, un hogar lleno de cariño y un aseo habitual. El aseo no solo ayuda a controlar la caída del pelo y mantiene el pelaje en su mejor estado, sino que también ofrece oportunidades vitales para detectar a tiempo bultos, protuberancias o problemas en la piel.
Desafortunadamente, existen muchos conceptos erróneos sobre el cuidado de los perros que pueden afectar cómo los propietarios cuidan a sus mascotas. En este artículo aclaramos cinco mitos comunes para que dispongas de conocimientos precisos y puedas cuidar responsablemente a tu perro.
Existe la creencia común de que ciertas razas no mudan pelo, pero esto es un error. Todos los perros mudan pelo en mayor o menor medida, aunque algunas razas lo hagan mucho menos que otras. Las razas consideradas de baja muda aún requieren cuidados regulares para mantener la salud del pelaje y controlar el pelo suelto en casa.
Si estás pensando en adoptar un cachorro de una raza de baja muda, es importante que pases tiempo con la raza antes para ver cómo reaccionas, especialmente si tienes alergias. Las prácticas de aseo regulares como el baño y el cepillado son esenciales independientemente del nivel de muda, para mantener cómodo y saludable a tu perro.
Aunque bañar al perro con demasiada frecuencia puede resecar su piel, los baños regulares son fundamentales, especialmente para perros que disfrutan de aventuras al aire libre y pueden ensuciarse. Bañar también favorece la salud de la piel al eliminar suciedad y alérgenos que pueden causar problemas cutáneos.
Es fundamental elegir un champú específico para perros. Tu veterinario puede recomendarte el champú adecuado para el tipo de piel de tu perro y sus necesidades particulares, como sensibilidades o afecciones cutáneas. Iniciar una rutina de baños positiva desde cachorro ayuda a que el perro se acostumbre y facilite un aseo más frecuente si es necesario por salud.
Los champús humanos difieren significativamente de los formulados para perros. La piel de los perros tiene un pH diferente y menos glándulas sudoríparas que la humana, principalmente en las almohadillas de las patas.
Usar champú humano puede eliminar los aceites naturales de la piel de tu perro, causando sequedad y dañando su barrera protectora. Esto puede provocar irritación y mayor riesgo de infecciones. Siempre usa champús diseñados específicamente para perros para mantener el equilibrio natural de su piel y pelaje.
Las manchas de lágrimas, a menudo de color rojizo, son causadas por pigmentos en las lágrimas del perro y son solo un problema estético. La mayoría de los veterinarios no consideran estas manchas un problema de salud a menos que se acompañen de enrojecimiento, secreción o signos de molestia.
Muchos dueños tratan las manchas para mejorar la apariencia, lo cual está bien si así lo desean. Sin embargo, a menos que las manchas se vuelvan purulentas o indiquen problemas oculares subyacentes, normalmente pueden dejarse sin preocupación.
Aunque algunas razas son más adecuadas para personas alérgicas debido a una menor producción de caspa, ninguna raza de perro es completamente hipoalergénica. Los perros desprenden partículas de piel y caspa, que son los principales desencadenantes de reacciones alérgicas, y no solo el pelo.
Incluso los perros sin pelo producen caspa. Antes de decidirte por una raza de perro por motivos alérgicos, pasa tiempo con esa raza para observar cualquier reacción. Este enfoque práctico ayuda a encontrar un compañero compatible sin sorpresas alérgicas.
Cuidar de un perro implica muchas responsabilidades, entre ellas mantener la salud de su pelaje y piel mediante un aseo adecuado. El aseo regular es más que mantener a tu perro bonito; es una oportunidad para fortalecer el vínculo y apoyar su bienestar.
Al desmentir estos mitos comunes sobre el aseo, podrás proporcionar a tu perro el cuidado merecido para que se mantenga feliz, sano y cómodo durante todo el año. Ante cualquier duda, consulta a peluqueros caninos profesionales y veterinarios que puedan adaptar las rutinas de aseo a las necesidades específicas de tu perro.