El dálmata es una de las razas caninas más reconocibles en España, famoso por sus característicos puntos negros y blancos y su estructura equilibrada. Conocidos por su temperamento extrovertido y juguetón, los dálmatas siguen siendo populares aunque menos comunes en parques caninos locales. Sin embargo, pueden ser un reto para dueños inexpertos debido a su alta energía y naturaleza traviesa.
Ya sea que tengas un dálmata, estés pensando en encontrar un cachorro de dálmata o simplemente los admires, aquí tienes cinco datos fascinantes que explican su historia, personalidad y qué implica cuidar de esta raza tan singular.
Aunque esta raza es reconocida por su pelaje manchado, los cachorros de dálmata nacen completamente blancos. Sus manchas características comienzan a aparecer alrededor de las tres a cuatro semanas de edad y la mayoría se desarrollan antes de los cuatro meses. Curiosamente, algunos perros continúan desarrollando nuevas manchas lentamente durante su vida. El patrón de manchas de cada dálmata es único, similar a una huella digital humana.
Los dálmatas tienen una probabilidad superior a otras razas de padecer impedimentos auditivos, ligados a la genética detrás de su coloración manchada. Esta genética puede afectar las células productoras de melanina, importantes para el desarrollo y funcionamiento del oído. Entre el 15 y 30 % de los dálmatas sufre sordera parcial en uno o ambos oídos, y cerca del 5 % es completamente sordo en ambos. La cría responsable en España busca reducir este riesgo mediante pruebas de salud en cachorros y progenitores.
El estreno de las películas "101 dálmatas" en 1961 y su remake en 1996 dieron fama mundial a esta raza. Estas películas mostraban a estos adorables perros manchados y su naturaleza leal, provocando un aumento en la demanda de cachorros. Lamentablemente, muchas personas subestimaron las necesidades energéticas y de cuidado específicas de los dálmatas, lo que llevó a que algunos fueran abandonados o entregados. Esto resalta la importancia de comprender las necesidades de cualquier raza antes de asumir la responsabilidad.
El origen del dálmata es aún algo misterioso, con teorías que lo sitúan en la costa dálmata de Croacia, y algunas mencionan egipcios o incluso India. Se han encontrado representaciones de perros con manchas similares a los dálmatas en pinturas antiguas egipcias, evidenciando una presencia histórica prolongada. El dálmata que conocemos hoy como raza fue oficialmente reconocido en el siglo XIX, consolidando su estatus como una de las razas más antiguas establecidas.
Antes de convertirse en mascotas queridas, los dálmatas tenían un papel importante durante la época del reinado en el siglo XIX. Servían como perros de carruaje, corriendo al lado de coches tirados por caballos, ayudando a calmar a los caballos y simbolizando estatus. Más adelante, se convirtieron en mascotas de los parques de bomberos, corriendo junto a los carros de bomberos tirados por caballos para despejar el camino y proteger a los animales. Hoy en día, su vínculo con el mundo de los bomberos sigue siendo celebrado y forma parte distintiva de su legado.
Estos fascinantes datos muestran que el dálmata no solo es visualmente llamativo, sino que también posee una rica historia y presenta desafíos únicos. Si decides integrar un dálmata en tu familia, asegúrate de escoger tu cachorro de criadores responsables que prioricen la salud y el temperamento. Un buen conocimiento y cuidado te brindarán muchos años de alegría con esta extraordinaria raza.