Los primeros días de tu cachorro en su nuevo hogar son cruciales para crear una relación basada en el cariño y la confianza. Concéntrate en hacer que su entorno sea el mejor lugar para él, presentándole de forma suave a personas, otros animales y los sonidos y vistas cotidianas. Las experiencias positivas ayudarán a evitar miedos futuros y fomentarán que tu cachorro explore con confianza. Usar premios sabrosos durante estas presentaciones puede tranquilizarlo y hacer que disfrute el proceso.
Seleccionar una raza responsablemente y adquirir tu cachorro en criadores reconocidos o refugios fomenta temperamentos saludables y un buen comportamiento para toda la vida.
Dale parte de su comida a mano o utiliza juguetes dispensadores de alimento para promover la estimulación mental y fortalecer vuestro vínculo. A los cachorros les encanta aprender, por lo que sesiones cortas de entrenamiento donde ganan su comida realizando comportamientos sencillos premian su atención y calma durante las comidas. Evita darle toda la comida en un plato para prevenir el aburrimiento y promover buenos modales, como morder suavemente.
Este método canaliza de forma constructiva el impulso natural de tu cachorro y apoya un desarrollo temprano en su educación conductual.
Comienza el entrenamiento para ir al baño inmediatamente llevándolo a los sitios correctos, ya sea al exterior en parques o en empapadores para interiores, y felicítale justo después. Espera que necesite hacerlo frecuentemente tras comer, despertarse o jugar, y sé paciente, pues los cachorros no controlan completamente la vejiga hasta cerca de los seis meses.
Nunca castigues los accidentes; más bien, observa atentamente a tu cachorro y usa jaulas, parques o puertas para bebés para gestionar su espacio de forma adecuada. Esto previene accidentes y enseña compasivamente dónde es apropiado hacer sus necesidades.
Aunque los perros son animales sociales, enseñar a tu cachorro a estar cómodo solo desde pequeño es crucial para evitar ansiedad por separación. Empieza con periodos cortos en un lugar seguro como una jaula mientras tú permaneces cerca, aumentando gradualmente el tiempo solo. Proporciónale juguetes adecuados para masticar y nunca recompenses conductas de dependencia excesiva.
Desarrollar esta confianza poco a poco asegurará que tu cachorro crezca equilibrado y capaz de afrontar la soledad con calma.
Morder es una forma natural con la que los cachorros exploran su entorno, pero si no se controla puede causar daños o molestias. Proporciónale siempre juguetes seguros para morder y evita que acceda a objetos inapropiados como muebles o zapatos. Supervísalo de cerca y mantenlo en un espacio seguro cuando no puedas vigilarlo para evitar accidentes.
Redirige cualquier mordida o morder suave con correcciones amables y recompensas cuando utilice los juguetes adecuados para sentar hábitos positivos desde temprano.
Lo más importante es que disfrutes esta etapa encantadora con tu cachorro mientras estableces las bases para una amistad duradera y plena.
Para más consejos expertos sobre entrenamiento, visita la página de nuestra entrenadora canina Vicky Carne.