Cuidar a un gato implica conocer qué alimentos pueden ser perjudiciales para él. Aunque algunos peligros son bien conocidos, otros parecen inocuos. En este artículo, aprenderás sobre cuatro alimentos cotidianos que pueden ser venenosos para los gatos, incluso si parecen seguros o insípidos para nosotros.
Muchas personas saben que ciertas setas silvestres son tóxicas para los humanos; sin embargo, incluso las setas comestibles habituales que se venden en supermercados pueden representar riesgos para los gatos. Aunque los gatos suelen evitar las setas crudas o cocidas, estas pueden estar en platos como guisos o cazuelas. Si tu gato prueba alguna salsa o plato de carne con setas, podría ingerir sustancias dañinas sin saberlo. Es mejor mantener esas comidas fuera de su alcance para prevenir cualquier riesgo de intoxicación.
Aunque la comida para bebés está diseñada para ser suave y segura para los lactantes, a menudo contiene ingredientes que los gatos deben evitar, como cebolla o ajo, que son tóxicos para ellos. Al ser purés mezclados, es difícil identificar todos los componentes, lo que pone en riesgo a los gatos si la prueban. Por ello, es importante no compartir la comida del bebé con tu gato y guardarla bien cerrada.
Las uvas, pasas y similares son tóxicas para los gatos y pueden causar insuficiencia renal aguda. Aunque un gato no suele comer uvas voluntariamente, estos frutos pueden esconderse en otros alimentos como yogures o mezclas cremosas, que pueden atraerlos. Dado que la toxina exacta no está completamente identificada, lo más seguro es evitar ofrecer uvas o cualquier producto derivado a tu gato.
A los gatos les suele gustar la leche, la nata y los lácteos. Sin embargo, productos como la mayonesa pueden contener ajo en polvo, un tóxico conocido para felinos, y algunos batidos con sabor pueden incluir aditivos peligrosos o sustitutos del chocolate como el xilitol, tóxico para las mascotas. Además, la leche de vaca contiene lactosa, que puede provocar trastornos digestivos como diarrea. Para mantener a tu gato sano, evita darle alimentos lácteos salvo golosinas específicas para gatos o alternativas formuladas para ellos.
Aunque estos alimentos parezcan poco peligrosos en circunstancias normales, clínicas veterinarias en España han atendido gatos intoxicados con ellos. Para guardianes responsables, es fundamental no fomentar el mendigo o el robo de comida y no dejar platos con carne o lácteos al alcance del gato.
Si sospechas que tu gato ha ingerido algún alimento tóxico, contacta con tu veterinario de inmediato. Una intervención rápida puede salvar la vida de tu mascota.