La seguridad en la interacción con perros es fundamental para todos, ya seas propietario experimentado o suelas encontrarte con perros con frecuencia en tu vida diaria. Entender el comportamiento canino y seguir algunas normas sencillas ayuda a prevenir mordeduras o pellizcos accidentales, especialmente de perros que se sienten amenazados o defensivos. Es especialmente crucial enseñar a los niños cómo interactuar correctamente con los perros para mantener su seguridad. Esta guía ofrece 20 consejos esenciales que fomentan un trato respetuoso y seguro con perros conocidos y desconocidos.
Los niños deben aprender que nunca deben acercarse a un perro desconocido, ya esté atado o suelto, sin la presencia de su dueño. Los perros ajenos pueden sentirse vulnerables o amenazados si se les aborda inesperadamente, lo que puede provocar comportamientos defensivos.
Siempre pide permiso al propietario antes de tocar o acercarte a su perro. Enseña a los niños que acariciar o acercarse a un perro sin permiso es descortés y puede ser peligroso.
Respeta el espacio personal del perro. Evita acercarte demasiado a perros desconocidos, ya que esto puede incomodarlos y provocar reacciones defensivas como alejarse o gruñir.
Es importante que los niños nunca molesten a los perros y aprendan a reconocer las señales corporales que indican que el perro quiere que se le deje en paz, como girar la cabeza, lamerse los labios o mostrar el blanco de los ojos.
Los juegos demasiado bruscos pueden sobreestimular o asustar a los perros. Enseña a los niños a jugar de forma adecuada para evitar mordeduras o arañazos accidentales.
Los perros que estén enfermos, heridos o descansando deben ser respetados y no molestados para evitar provocar conductas defensivas.
La supervisión de los niños incrementa la seguridad. Los niños pequeños solos con cualquier perro, por muy dócil que sea, pueden causar estrés o incomodidad al animal inadvertidamente.
Si te encuentras con un perro que muestra agresividad o defensa, mantén la calma y evita movimientos bruscos, gritos o agitar los brazos, ya que esto puede aumentar la tensión.
Nunca le des la espalda a un perro que parezca agresivo. Retrocede lentamente manteniendo contacto visual con el perro.
Los perros asustados o ansiosos pueden morder por miedo. No entres en su espacio ni los acorralés si se están alejando.
Si un perro muestra signos de agresión, colocar un objeto como una bolsa o chaqueta entre tú y el perro puede ofrecer cierta protección contra mordeduras.
Al conocer un perro desconocido, detente a unos metros y deja que sea el perro quien decida si se acerca, lo que reduce el estrés del animal.
El contacto visual directo puede ser interpretado por el perro como un desafío. Mantén la mirada suave y aparta la vista ocasionalmente mientras observas la reacción del perro.
Si un perro gruñe, eriza el pelo o muestra los dientes, aléjate de forma calmada e inmediata, respetando que el animal está incómodo o estresado.
No intentes quitarle comida a un perro desconocido ni le molestes mientras come, ya que esto puede desencadenar agresividad defensiva.
Si eres mucho más grande que el perro, agáchate en lugar de sentarte en el suelo para parecer menos intimidante y prepárate para levantarte rápidamente si es necesario.
Solo ofrece premios con la aprobación del dueño. Enseña a los niños a sostener los premios con la palma de la mano plana para evitar que se muerdan los dedos accidentalmente.
Si tu perro parece enfermo o herido, examínalo con suavidad y cuidado para evitar tocar áreas doloridas que puedan provocar una mordida defensiva.
Los perros con bozal pueden ser agresivos o defensivos, aunque algunos dueños usan bozal para evitar que el perro recoja basura o persiga animales. Siempre trata estos perros con precaución y respeto.
Incluso perros muy amigables pueden dañar sin querer a niños pequeños al saltarles encima. Sitúate entre tu hijo y el perro para crear una barrera segura.
Seguir estos 20 consejos puede mejorar mucho la seguridad tanto para humanos como para perros. Observar el lenguaje corporal canino, respetar sus necesidades y enseñar a los niños la forma adecuada de interactuar promueve la armonía y minimiza riesgos.
Para quienes piensan en incorporar un perro a la familia en España, siempre recomendamos buscar cachorros de criadores responsables o adoptar en refugios para asegurar una tenencia ética y responsable.