La artritis es una condición dolorosa que afecta a muchos perros, al igual que a las personas, pero a diferencia de nosotros, los perros no pueden expresar directamente cuándo sienten dolor. Reconocerla a tiempo y tratarla es fundamental para mejorar el confort y la movilidad de tu perro. Esta guía ofrece diez excelentes maneras de ayudar a tu perro si sufre de artritis, proporcionando pasos prácticos y suaves para apoyar su bienestar.
Síntomas a tener en cuenta incluyen:
Si tu perro muestra alguno de estos síntomas, no los atribuyas simplemente a la edad avanzada. La artritis es una causa común y puede manejarse con cuidados adecuados y tratamiento veterinario, que puede mejorar significativamente la movilidad y aliviar el dolor.
Establece una rutina de visitas regulares al veterinario para controlar el estado de tu perro. El veterinario puede diagnosticar con precisión la artritis y personalizar un plan de medicación, que incluya analgésicos o antiinflamatorios apropiados para la etapa de la artritis de tu perro. También puede recomendar tratamientos avanzados como inyecciones articulares o cirugía en casos graves.
Mantener un peso ideal es fundamental. El sobrepeso aumenta la presión sobre las articulaciones afectadas, empeorando el dolor y el daño articular. Colabora con tu veterinario para diseñar una dieta equilibrada adecuada a la raza, edad y nivel de actividad de tu perro, asegurando que los alimentos sean ricos en nutrientes y beneficien la salud articular.
Proporciona ejercicio constante y de bajo impacto para mantener las articulaciones móviles y los músculos fuertes, como varios paseos cortos diarios por terrenos blandos. Evita superficies duras y actividades con impacto elevado como saltos y carreras, que puedan agravar el dolor articular. El juego suave y ejercicios de fisioterapia supervisados también pueden ser beneficiosos.
Mantén las zonas de descanso de tu perro cálidas, secas y libres de corrientes. Invierte en una cama acolchada y de soporte que amortigüe las articulaciones adoloridas. Aplicar compresas calientes en las articulaciones doloridas, según indicación veterinaria, también puede aliviar la rigidez y el malestar, haciendo que tu perro se sienta más confortable.
La terapia de masajes para animales puede ayudar a mejorar la circulación, aumentar la flexibilidad articular y el bienestar general. Consulta a tu veterinario para encontrar un terapeuta de masajes cualificado que brinde tratamientos específicos para perros con artritis.
Tu veterinario puede recomendar medicamentos como antiinflamatorios no esteroides (AINE) o terapias más recientes, como medicamentos modificadores de la enfermedad para la osteoartritis (DMOAD). Sigue siempre estrictamente la prescripción veterinaria y comunícale cualquier efecto secundario para garantizar un cuidado seguro a largo plazo.
Suplementos como glucosamina, condroitina, aceite de pescado rico en ácidos grasos omega-3 y las inyecciones de glucosaminoglicanos polisulfatados (PSGAG) pueden ralentizar la degeneración del cartílago y reducir la inflamación. Habla con tu veterinario antes de comenzar cualquier suplemento para asegurarte de que son apropiados para las necesidades específicas de tu perro.
Muchos perros encuentran alivio mediante la acupuntura, una terapia complementaria indolora que promueve el alivio del dolor y mejora la función articular. Otras opciones como la terapia láser, la terapia con campos electromagnéticos pulsados y la hidroterapia ofrecen apoyo integral. Siempre realiza estas terapias bajo supervisión veterinaria.
En casos avanzados de artritis, se puede considerar la cirugía para reparar o reemplazar las articulaciones dañadas. Esta opción requiere una conversación detallada con el veterinario para entender los beneficios, riesgos, expectativas de recuperación y cómo encaja en el plan general de calidad de vida de tu perro.
Adapta tu hogar para reducir la tensión en las articulaciones de tu perro. Proporciona rampas o escaleras para acceder a coches, muebles o escalones evitando saltos difíciles. Usa alfombras antideslizantes o tapetes en suelos resbaladizos para mejorar la tracción y elimina las alfombras que se deslicen si es necesario. Estos pequeños ajustes pueden mejorar mucho la independencia y seguridad de tu perro.
Si sospechas que tu perro tiene artritis, agenda una consulta veterinaria para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. La intervención temprana con alivio del dolor, control de peso, ejercicio y ajustes en casa pueden aliviar significativamente el sufrimiento de tu perro, mejorar su movilidad y enriquecer su vida. La paciencia y la compasión son clave: con tu apoyo y la atención veterinaria, tu perro puede disfrutar de una etapa dorada cómoda y activa.