Para los propietarios de perros, revisar a tu mascota tras los paseos al aire libre es fundamental. Las pequeñas heridas pueden infectarse rápidamente si no se tratan, causando abscesos dolorosos bajo la piel del perro. Detectarlos a tiempo y cuidar adecuadamente evitará complicaciones y protegerá la salud de tu amigo peludo.
Tratar las heridas menores rápidamente es esencial. Pomadas antibióticas tópicas disponibles en tiendas de mascotas españolas pueden ayudar a prevenir infecciones. Verifica siempre la fecha de caducidad y consulta con tu veterinario para obtener el mejor consejo o tratamientos prescritos. Revisa con regularidad zonas como patas y barriga, donde las lesiones suelen pasar desapercibidas.
Los abscesos suelen producirse por bacterias como Pasteurella multocida y Staphylococcus intermedius, que infectan cortes o abrasiones pequeñas. Estas bacterias prosperan si penetran las capas profundas de la piel, formando abscesos dolorosos que requieren atención veterinaria.
Si aparece un absceso, el veterinario realizará un análisis mediante hisopo para identificar la bacteria causante. También pueden ser necesarias pruebas de sangre para determinar si la infección ha entrado en el torrente sanguíneo, lo que requiere tratamiento urgente y más intensivo. Un diagnóstico puntual asegura el plan de tratamiento correcto y mejora la recuperación.
Las heridas pequeñas responden a tratamientos tópicos, pero los abscesos profundos necesitan atención profesional. El veterinario limpiará, drenará y lavará cuidadosamente el área infectada mientras tu perro esté sedado o anestesiado. Según la gravedad, se prescriben antibióticos adaptados a la infección y, posiblemente, analgésicos o antiinflamatorios. Las revisiones son vitales para seguir la evolución y prevenir recaídas.
Mantener heridas, cortes y abrasiones limpias reduce el riesgo de infección. Ten siempre un botiquín canino bien equipado con pomadas antibacterianas aprobadas por veterinarios. El uso de champús antibacterianos prescritos por el veterinario puede ayudar a evitar reinfecciones, especialmente en perros con problemas cutáneos. Evita que el perro lama o rasque las heridas usando collar isabelino si fuera necesario.
Ante signos como inflamación, enrojecimiento, dolor o supuración en una herida, o si el perro está decaído o con fiebre, busca consejo veterinario inmediatamente. Los abscesos no tratados pueden causar dolor intenso y una infección sistémica que necesita atención urgente.
Atender rápidamente las pequeñas heridas en tu perro puede prevenir abscesos dolorosos y problemas graves de salud. Con un tratamiento temprano, cuidado veterinario cuando sea necesario y una buena gestión de las heridas, ayudarás a tu perro a recuperarse rápida y cómodamente. Consulta siempre al veterinario si tienes dudas sobre la piel o salud de tu mascota.