Los cachorros de Shih Tzu son una raza pequeña y popular de perros toy, conocidos por su característico pelaje largo y sedoso y su encantadora personalidad. Originarios del Tíbet, miden hasta 28 cm de altura y pesan alrededor de 7 kg, con machos y hembras de tamaño similar. Su pelaje presenta variedad de colores como blanco, negro, atigrado, gris y dorado. Aunque tienen un pelaje largo, los Shih Tzu apenas mudan pelo, por lo que pueden ser una opción para personas con sensibilidad alérgica. Sin embargo, su doble pelaje fino requiere un cepillado diario y cortes profesionales periódicos para mantenerlo saludable y sin enredos.
Si está considerando incorporar un Shih Tzu a su familia, es fundamental entender las preocupaciones hereditarias de salud de la raza y las pruebas recomendadas. Esta guía completa aborda la longevidad, diversidad genética, problemas comunes de salud y consejos sobre crianza responsable para que pueda tomar una decisión informada y garantizar el mejor cuidado para su perro.
La esperanza de vida de los Shih Tzu oscila entre 10 y 16 años aproximadamente. Esta variabilidad depende de factores genéticos, ambientales y la calidad del cuidado. En comparación con otras razas pequeñas, algunos Shih Tzu pueden vivir significativamente más tiempo, mientras otros lamentablemente tienen una vida más corta.
El coeficiente de endogamia de esta raza es de alrededor del 5.4%, cifra que está dentro del rango ideal para perros de raza (menos del 6.25%). Esto indica que los Shih Tzu gozan de buena diversidad genética, lo que disminuye el riesgo de enfermedades hereditarias vinculadas a la consanguinidad excesiva. La popularidad de la raza ha contribuido a mantener un variado acervo genético, permitiendo que los criadores responsables eviten apareamientos muy cercanos.
Se conocen varias enfermedades genéticas que afectan a los Shih Tzu, algunas de las cuales pueden detectarse mediante pruebas genéticas antes de la cría para evitar su transmisión:
Las pruebas genéticas son clave para una cría y tenencia responsable. Las pruebas recomendadas incluyen:
Para fomentar la salud y longevidad de la raza, los futuros propietarios deben buscar criadores de confianza que realicen las pruebas recomendadas y mantengan niveles bajos de consanguinidad. Comprender los patrones de herencia ayuda a seleccionar reproductores que minimicen riesgos manteniendo la diversidad genética.
Los dueños deben mantener revisión veterinaria rutinaria, que incluya chequeos dentales y cuidados especializados de peluquería para apoyar el bienestar del perro. Conocer las condiciones más comunes en la raza permite su detección y manejo tempranos, mejorando la calidad de vida.
El Shih Tzu es un compañero muy apreciado que puede vivir hasta 16 años con los cuidados y prácticas de cría adecuadas. Las pruebas genéticas para displasia renal, PRA y factores de riesgo de IVDD son esenciales al adquirir o criar estos perros para reducir problemas hereditarios. Junto con revisiones rutinarias de salud, cuidados de peluquería y atención veterinaria, estos pasos aseguran que su Shih Tzu disfrute de una vida larga y feliz.
Al invertir tiempo en informarse y trabajar con criadores expertos, podrá llevar a casa un cachorro de Shih Tzu sano y bien cuidado que será un miembro querido de su familia por muchos años.