Un perro que pide comida en la mesa suele haber aprendido que este comportamiento le proporciona recompensas, como restos de comida o atención. Este hábito es especialmente común en perros jóvenes que aún no han aprendido las normas adecuadas durante las comidas. Sin embargo, incluso los dueños bien intencionados pueden reforzar involuntariamente el pedir comida si ofrecen alimentos para evitar la persistencia, lo que sólo prolonga el problema.
El pedir comida también puede aparecer si el perro ha observado a otros hacerlo, lo que demuestra lo rápido que este comportamiento se puede contagiar. Afortunadamente, con paciencia y un adiestramiento constante, cualquier propietario puede reentrenar a su mascota para que deje de pedir comida, fomentando una tenencia responsable y rutinas respetuosas durante las comidas.
Es fácil detectar cuando un perro pide comida, aunque algunos signos pueden ser sutiles. Comportamientos comunes incluyen ponerse de pie con las patas o la cabeza sobre la mesa, intentar agarrar comida y vocalizaciones como gemidos o ladridos. Signos más sutiles son miradas intensas y silenciosas o el uso del hocico para pedir. Todas estas acciones buscan atención para conseguir comida y deben abordarse de manera rápida y suave para evitar reforzarlas.
Antes que nada, nunca des comida o restos de la mesa a tu perro. Una sola excepción puede deshacer todo el progreso, ya que los perros tienen una memoria excelente para las recompensas. Esto también significa evitar el acceso accidental a comida caída durante la comida. Asegúrate de que toda la familia, incluidos los niños, entienda y cumpla esta regla, ya que la coherencia es clave para el éxito del reentrenamiento.
Entrenar a tu perro para que se quede en un lugar específico durante las comidas es muy efectivo. Escoge una alfombra o cama cómoda cerca del comedor y usa una orden clara como "lugar" para enviarlo allí. Recompensa las conductas tranquilas y relajadas al principio con frecuencia y luego ve aumentando el tiempo entre premios hasta que el perro permanezca pacientemente en su lugar durante toda la comida.
Este comportamiento alternativo desvía la atención del perro de la mesa y crea una asociación positiva con las buenas maneras.
Gestionar el entorno físico contribuye a reducir la tentación y apoyar el adiestramiento. Considera utilizar barreras como puertas para bebés para mantener al perro fuera del comedor o usar la jaula durante las comidas. Retirar sillas o restringir el acceso debajo de la mesa también puede evitar que tu perro esté lo suficientemente cerca para pedir activa y persistentemente.
Las barreras físicas combinadas con el entrenamiento refuerzan límites claros, ayudando a tu perro a aprender dónde puede estar durante las comidas.
Alimentar a tu perro al mismo tiempo, pero en un lugar separado si es posible, puede mantenerlo ocupado. Como alternativa, proporciona juguetes atractivos como comederos tipo puzzle, alfombrillas para lamer o masticables duraderos como los bastones de bully. Estos estimulan mentalmente a tu perro y desvían su atención de tu comida.
Es importante mantener un horario de alimentación consistente y alineado en la medida de lo posible con tus comidas. Esta previsibilidad ayuda a reducir el pedir comida motivado por hambre o interés en la comida.
Cuando tu perro pida comida, evita responder con contacto visual, hablar o regañar, ya que cualquier atención puede reforzar el comportamiento. Di "no" con calma si es necesario y luego ignóralo completamente. Con el tiempo, tu perro aprenderá que pedir comida no le consigue lo que desea y el comportamiento disminuirá.
Tras finalizar la comida, si el perro está tranquilo y callado, es adecuado recompensarlo con una golosina o pequeño premio, pero lejos de la mesa para evitar asociar el pedir comida con las recompensas en ese lugar. Los elogios y pequeñas recompensas por buenos modales refuerzan lo que esperas durante las comidas.
Reentrenar a un perro que pide comida requiere paciencia y unas normas constantes. Todos en casa deben aplicar los mismos criterios sin excepciones. Las señales contradictorias confunden al perro y prolongan el problema. Mantén una rutina, sé firme pero cariñoso y celebra los pequeños avances hacia un comportamiento calmado durante las comidas.
Órdenes útiles para apoyar las buenas maneras en la mesa incluyen "lugar" para que se siente en la alfombra, "quieto" para mantenerse calmado y "déjalo" para rechazar comida o distracciones. Estas fomentan la atención y el respeto alrededor de la comida.
Con el enfoque adecuado, que combina la eliminación de recompensas, el entrenamiento de un lugar designado, la gestión del entorno y la paciencia con consistencia, guiarás a tu perro hacia un comportamiento respetuoso durante las comidas. Esto hará que las comidas en casa sean más tranquilas y mantendrá una relación saludable entre tú y tu compañero canino, promoviendo la tenencia responsable en todo momento.