Cuando tu perro necesita medicación, la tarea puede convertirse en un verdadero desafío. Lo primero, y más importante, es acudir al veterinario para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado. Una vez en casa, seguir las indicaciones del veterinario es crucial, pero administrar la medicación a nuestro peludo amigo puede ser complicado. Si te enfrentas a esta situación por primera vez, ¡no te preocupes! Esta guía te proporcionará consejos y trucos efectivos para medicar a tu perro con éxito.
Antes de siquiera intentar darle una pastilla a tu perro, es importante prepararse adecuadamente:
Existen varias técnicas que puedes probar para darle una pastilla a tu perro. La elección dependerá de la personalidad de tu perro, su tamaño y tu propia habilidad.
Lo ideal es acostumbrar al animal desde temprana edad, sin administrar medicamentos innecesarios. Familiarízalo con el botiquín (bajo supervisión) y usa trucos de administración incluso para cuidados básicos. Esto crea una asociación positiva y reduce la resistencia futura.
Asocia la ingesta de la pastilla con un premio irresistible: comida deliciosa, un juguete favorito o una carantoña especial. Si lo haces desde cachorro, tu perro se mostrará menos reacio a tomar la medicación.
Esta es una opción muy popular. Oculta la pastilla en un trozo de comida que le encante, como salchicha, queso o un trozo de carne. * Técnica del "cebo": Dale primero un pedacito sin pastilla para despertar su apetito. Luego, ofrécele el trozo con la pastilla y, rápidamente, un tercer pedazo para evitar que la detecte. * Precaución: Los perros son astutos. Pueden esconder la pastilla bajo la lengua. Considera partirla o machacarla y mezclarla con su comida, siempre que el veterinario lo autorice.
Si las técnicas anteriores fallan, es hora de ser más directos:
Si tu perro es especialmente difícil de medicar, consulta con tu veterinario sobre alternativas como:
Para perros pequeños, es crucial ajustar la dosis y el tamaño de la pastilla. Considera triturarla y mezclarla con una pequeña cantidad de comida sabrosa. Si es necesario, usa una jeringa sin aguja para administrar la mezcla líquida suavemente en su boca.
Si tu perro es agresivo, la seguridad es lo primero. Envuelve al perro en una toalla para limitar sus movimientos o utiliza un bozal temporal. Considera pedir ayuda a un profesional o explorar alternativas como medicamentos inyectables o transdérmicos.
Si tu perro escupe la pastilla, intenta camuflarla mejor en un trozo de comida más grande y apetitoso. Asegúrate de que no vea que estás escondiendo la pastilla. Si sigue escupiéndola, prueba con otra técnica o consulta a tu veterinario.
Generalmente no es recomendable mezclar la pastilla con toda la comida, ya que si el perro no se come todo el plato, no recibirá la dosis completa. Es mejor usar un trozo pequeño de comida como "premio" para asegurar que se trague la pastilla.
No todas las pastillas pueden ser machacadas. Algunas tienen un recubrimiento especial para proteger el estómago del perro o para liberar el medicamento de forma gradual. Consulta siempre a tu veterinario antes de machacar una pastilla.