Enfermedad poliquística renal en gatos

Cuando decimos que la enfermedad poliquística renal es muy frecuente en los gatos Persas, o cruces de la raza como el Exótico, es porque casi el 50% de ellos la padece aunque también el 15% de otras razas. Se trata de una patología genética y hereditaria que afecta a los riñones. El origen está en la mutación del gen PKD1. Este se encarga de regular una proteína que ayuda al funcionamiento renal. Cuando esta proteína se ve alterada por la mutación del gen, se desarrollan quistes líquidos en los riñones que afectan a su normal funcionamiento, pues su capacidad se ve disminuida. Estos quistes crecen de tamaño e impiden que este órgano haga su función. Por tanto, el animal acaba sufriendo un fallo renal que requiere tratamiento y que puede poner fin a su vida.

Síntomas de la enfermedad

Como ya hemos apuntado, es frecuente en unas razas más que en otras y lo normal es que el gato la desarrolle cuando ya es mayor, sobre los siete u ocho años, aunque se dan casos de felinos que la padecen en edades más tempranas. Incluso hay ocasiones en las que el animal nace con ellos y estos con el tiempo crecen, lo que impide el funcionamiento de los riñones.

Los síntomas para identificar la presencia de estos quistes renales son los siguientes:

• pérdida de peso;
• micción frecuente;
• apatía;
• mal aliento;
• pérdida de apetito;
• vómitos;
• sed constante;
• pérdida de brillo en el pelaje;
• fatiga.

 

La enfermedad no tiene tratamiento en la actualidad y tampoco podemos detectarla nosotros en casa mediante la palpación, pues los quistes no se detectan al tacto, sino mediante pruebas especiales que lleva a cabo el veterinario en la consulta, como ecografías y análisis de ADN, donde se evidencia la mutación del gen. De ahí que si notamos algunos de esos síntomas, acudamos de inmediato al especialista, sobre todo si nuestro felino es un gato de raza persa.

Los quistes no pueden extirparse con cirugía ni hay un tratamiento que los elimine pero si se pueden mejorar los síntomas y el dolor con fármacos, dieta específica, tratamientos de fluidoterapia y cuando sea posible, con inyecciones para drenarlos. La enfermedad poliquística renal es una enfermedad crónica, el gato necesitará acudir a revisiones periódicas para revisar el estado de los riñones, la presencia de tejido sano, el crecimiento de los quistes y el funcionamiento del órgano.

Por lo tanto, la mejor solución es la prevención. Si estás pensando en adquirir un gato Persa, debes solicitar al criador el test de la enfermedad, tanto del propio animal como de sus progenitores por tratarse de una enfermedad hereditaria.