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American Pit Bull Terrier

Esperanza de vida12-13 años
PesoMacho:15-30 kgHembra:15-30 kg
AlturaMacho:46-56 cmHembra:46-56 cm
ApodosAPBT
Características
Tamaño
Ejercicios necesarios
Fácil de entrenar
Cantidad de desprendimiento
Necesidades de aseo
Bueno con los niños
Salud de la Raza
Costo de manutención
Tolera estar solo
Inteligencia
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Introducción de la American Pit Bull Terrier

El American Pit Bull Terrier (APBT) es una raza con una inmerecida fama de violenta y agresiva. Debido a sus orígenes (fue utilizado como perro de pelea) y al actual mal uso que le dan algunos descerebrados, no es de extrañar que protagonice un sinfín de leyendas urbanas en las que es pintado como un monstruo. Contrariamente a esta creencia popular, los dueños del APBT afirman que es un perro de lo más cariñoso y divertido.

Origen

Los orígenes del American Pit Bull Terrier van muy ligados a los del American Staffordshire Terrier. Ambas razas proceden del Staffordshire Bull Terrier, llevado desde Inglaterra a Estados Unidos a finales del siglo XIX. Este perro inglés se usaba básicamente como perro de pelea, y el prestigioso American Kennel Club (AKC) rechazó su inscripción. Debido a esta negativa se fundó el United Kennel Club (UKC), para así poder registrar al que hoy conocemos como American Pit Bull Terrier. Por otra parte, el AKC finalmente decidió registrar estos perros de origen inglés bajo el nombre de American Staffordshire Terrier, y los crió para que participaran en exposiciones de belleza.
A finales de los años 30, los perros registrados en el UKC y en el AKC eran exactamente la misma raza. Fue durante los 80 que las dos razas tomaron caminos separados, los perros de los diferentes clubes empezaron a desarrollar diferencias tanto en el aspecto físico como en el temperamento y así, cada club empezó a definir su propio estándar.

Comportamiento

El APBT es entusiasta, fiel, divertido, vital, protector y de ideas muy fijas. Asimila bien los cambios y se le considera un compañero excelente para los dueños que le puedan dedicar parte de su tiempo. Con los niños es muy tolerante, se dejará manosear por ellos y participará encantado en sus juegos.

Aspecto

El American Pit Bull Terrier es un perro ágil, atlético, fuerte y con una musculatura muy bien definida. Tiene un cuerpo más largo que alto y una cabeza ancha. Sus orejas son de tamaño mediano y las lleva caídas. En muchos países son recortadas en forma de punta, pero en la mayoría no está permitido. La cola es de implantación baja, ancha en la base y se va afilando progresivamente. Su pelo es brillante, liso, corto, tieso y puede ser de todos los colores.

Cuidados específicos

El APBT se puede adaptar bien a la vida en una casa pequeña pero al ser un perro tan enérgico, es necesario sacarlo a dar largos paseos cada día y proporcionarle sesiones de juego regulares. Se lo debe empezar a sociabilizar desde cachorro.

Salud

El American Pit Bull Terrier es una raza resistente a las enfermedades a pesar de tener cierta predisposición a las afecciones de piel.

 

Dado todo lo que se ha dicho, no hay duda de que esta pregunta debiera haberle venido a la mente al lector medio. ¿Por qué el Pit Bull? ¿Por qué querría una persona normal y en su sano juicio un Pit Bull? Después de todo, hemos admitido que esta raza es, en esencia, un perro de pelea, ¿no? Hemos admitido que esta raza muestra muy frecuentemente agresividad hacia otros perros, y que muchos Pit Bulls pueden mostrar agresividad hacia las personas. Hemos visto cómo muchos países de todo el mundo no permiten la propiedad de Pit Bulls a sus ciudadanos. En algunas áreas del mundo, el Pit Bull puede ser tenido legalmente, pero el propietario debe llevar una póliza de seguros para que le proteja en caso de que un vecino resulte herido.

Cualquier raza puede ser sujeto del tipo de discriminación «racial» que el Pit Bull sufre hoy día. Hace algún tiempo fue el Dobermann el que tuvo esta reputación en los Estados Unidos. ¡Durante algún tiempo fue el pobre San Bernardo! Después de todo, incluso el Bulldog inglés es un perro de orígenes puramente para la pelea, pero en ningún lugar del mundo se está proponiendo que se ponga fuera de la ley a los Bulldogs. Dentro de un tiempo, la histeria generada por los medios de comunicación alrededor del Pit Bull pasará y será otra raza la que centrará la atención de los medios. Los propietarios irresponsables que busquen una raza que cause impresión desviarán su atención hacia cualquier otra raza y entonces nos preguntaremos por qué hubo un tiempo en que pensábamos que el pequeño Pit Bull era un perro inherentemente peligroso. De todas formas, hasta que llegue ese momento deberíamos discutir acerca de unas pocas cualidades muy positivas de esta raza.

Características físicas

El Pit Bull no es una raza especialmente grande. De hecho, en su forma de trabajo, el Pit Bull es una raza más bien pequeña. Esto les permite a sus propietarios tenerlos, bastante cómodamente, en una casa pequeña o en un piso. Mientras que es un perro con mucha energía cuando se le da la oportunidad de hacer ejercicio, es una raza que prefiere estar relajada cuando está en casa. Como tal, no estará todo el rato enredando y no es un perro que se haga más llamativo que lo que muchos propietarios desean en sus perros.

El Pit Bull tiende también a ser un perro cordial. Puede jugar mucho y vivir durante mucho tiempo sin costarle a su dueño una fortuna en facturas del veterinario. Cuanto más próxima esté una línea de Pit Bulls a los Pit Bulls originales de trabajo, más cordiales serán los perros de esa línea. No es, en absoluto, inusual tener un Pit Bull que viva 12, 13 o 14 años, e incluso más. Cuando dichos perros finalmente sucumben ante la vejez, lo suelen hacer sin sufrir enfermedades largas, prolongadas ni caras.

Personalidad

Después de todo, el Pit Bull es un perro increíblemente fiel. La raza se vuelve muy unida a su familia humana y no aceptará a otros a no ser que perciba que son bienvenidos en casa como si fueran parte de la familia. Como extensión de este atributo, también puede ser un perro muy poderoso y protector, aunque pequeño y manejable, y puede ser muy útil en las manos adecuadas y con una propiedad responsable. De todas formas, al contrario que muchos perros muy fieles, el Pit Bull puede aceptar los cambios. Si se da la desafortunada situación de que una familia tenga que renunciar a su Pit Bull, el perro se entregará a su nuevo propietario con el tiempo. De la misma forma, un Pit Bull «de segunda mano» puede ser una opción que usted podría considerar, particularmente si conoce a sus antiguos propietarios y su estilo de vida.

Sobre todo, el Pit Bull es un excelente perro compañero. Aquellos que conocen la raza le dirán con frecuencia que, en su opinión, no puede haber mejor perro compañero que el Pit Bull. Es un perro que formará lazos con toda su familia humana, pero siempre guardará un lugar especial en su corazón hacia la persona que él decida que es su mejor amigo. Es un perro que siempre estará ahí para su amo. Es una raza que perdona, sumamente leal, amante de la diversión y es un amigo para toda la vida.

La versatilidad de la raza

Hemos aceptado, sin que quede lugar para la duda, el hecho de que el Pit Bull como raza es el más experto perro de pelea que nunca haya existido. También conocemos la utilidad del Pit Bull como perro de captura (pastoreo).

El trabajo de guarda y la protección personal son otras áreas en las cuales el Pit Bull frecuentemente destaca. El Pit Bull es generalmente un guardián de la casa y un perro de protección personal muy útil, en primer lugar porque es una raza muy fiel y resuelta. No es un perro que automáticamente proteja cualquier espacio que esté ocupando o a cualquier persona que esté sujetándole con la correa. En lugar de eso, es una raza que frecuentemente defenderá debido a un sentido de la fidelidad hacia su familia y sus propiedades.

El mejor hogar para un Pit Bull

Antes de meternos en la cuestión de dónde adquirir su cachorro, deberíamos considerar el aspecto de qué hogares humanos son más adecuados para la raza Pit Bull. Es demasiado común hoy día para los autores de libros de razas presentar a su raza como la ideal para todo hogar. Esto no es cierto en ningún caso y tampoco lo es en el caso del Pit Bull. El Pit Bull es un perro ideal para una familia adulta con hijos ya mayores (de 14 o más años de edad) y para alguien que esté en casa la mayor parte del tiempo. El tamaño de la casa no es tan importante: puede ser grande, con un jardín vallado, o pequeña. Incluso puede ser un piso en la ciudad. Lo importante es que alguien esté frecuentemente en casa y que alguien quiera llevar al perro a dar largos paseos regularmente. Ésta describe la mejor de las posibles situaciones para el Pit Bull.

Al contrario, la peor situación para un Pit Bull es aquella en la que el perro es criado por una persona joven que, cuando el perro es adulto, está demasiado ocupado para dedicarle mucho tiempo a su perro. Es incluso peor si esa persona joven tiene hijos cuando el perro ya está crecido y estos niños acaban pasando tiempo con un perro que no se asocia a ellos como si fueran verdaderos miembros de la familia. Ésta es la razón por la que ocurren muchos de los desastres que leemos en los diarios sensacionalistas.

Hace no demasiado tiempo, surgió una noticia en todos los diarios locales de una ciudad de los Estados Unidos. La historia explicaba que un Pit Bull había matado y mutilado gravemente «sin razón aparente» el cuerpo de un niño de corta edad con el que vivía. El perro fue eutanasiado inmediatamente por las autoridades locales y la comunidad empezó a pedir una prohibición total sobre la propiedad de Pit Bulls en la ciudad.

El perro fue examinado para confirmar de qué raza era y, por desgracia, era un Pit Bull sin lugar a dudas, pero las autoridades se preguntaron acerca de las circunstancias de la muerte, y los detalles son los siguientes. Usted decide qué o quién es el culpable de la muerte del niño.

Una mujer soltera que vivía sola en un área urbana tuvo un bebé. El padre del niño vivía en su propio apartamento con su Pit Bull macho. El hombre era un traficante de drogas. El perro tenía seis años y no había vivido con nadie más que con este hombre. El perro había sido total y profesionalmente adiestrado para el ataque cuando era joven y de tanto en cuanto se le habían dado lecciones de refresco.

Cuando el bebé de la mujer tenía tres meses de edad, el padre decidió irse a vivir con ella y con el niño. Ella estaba tan contenta de que el padre del bebé viniera a vivir con ellos que decidió que deberían salir a celebrarlo. No tenían canguro para el bebé de tres meses, pero el hombre le aseguró a la madre que podían tener la seguridad de que el perro protegería la casa y al bebé en su ausencia. De todas formas sólo iban estar fuera unas pocas horas.

El hombre trajo al perro a la casa de la mujer y allí, el perro conoció al niño por primera vez. Estaba encerrado en el apartamento con el niño y la pareja les dejó solos. Los vecinos dijeron que menos de media hora después de que la pareja saliera del apartamento, empezaron a oír llorar fuertemente al bebé. Poco después pararon los lloros y se oyeron gruñidos. Nunca se volvió a ver al niño con vida y el perro fue eutanasiado al día siguiente. El propietario del perro juró que el perro nunca antes se había comportado de una manera tan impredecible e irracional. Después de todo, el perro había vivido con él, y si alguien se hallaba en una posición como para evaluar el temperamento del perro, ese alguien tendría que haber sido él. ¡Además, dijo, el perro había sido adiestrado!

¿Sería cualquier raza de perro la adecuada para la situación que acabo de describir? ¿Se le podía echar la culpa a ese perro en concreto por haber matado al niño? ¿Debería la raza Pit Bull ser tenida como la responsable en una situación como ésta? ¿Es esta raza un problema, o acaso sufre hoy día esta raza del problema de una propiedad irresponsable y francamente estúpida? Bueno, ahora esto tiene que decidirlo usted.

En cualquier caso éste era, probablemente, el peor ambiente posible en el que se podía encontrar viviendo un Pit Bull. De nuevo, el mejor ambiente posible es con una familia adulta cuyos hijos sean mayores. Otra buena situación para un Pit Bull es una pareja adulta sin hijos o un adulto jubilado que necesite compañía.

La idoneidad del propietario

Ser el propietario perfecto de un Pit Bull implica entender a su perro y ajustarse a ciertas necesidades de la raza, pero también implica seleccionar esta raza porque encaja en su estilo de vida. Por ejemplo, si usted tiene otro perro y usted sabe que sus perros van a estar desatendidos durante algunas horas al día, quizá el Pit Bull no sea la raza adecuada para usted. Después de todo, las peleas entre su Pit Bull y otros perros con los que pueden encontrarse en la calle, pueden ser desalentadas con facilidad. Dejar solos de forma regular a dos perros durante horas, cuando uno de ellos es un Pit Bull, quizá sea pedirle demasiado a esta raza. Debemos comprender que, a pesar de todo, el Pit Bull es un perro de pelea.

Si es usted una persona con trabajo o «la otra mitad» de una pareja con trabajo, y desean una mascota a la que puedan dejar sola durante todo el día y prácticamente todos los días, cualquier perro de cualquier raza no será su mascota adecuada. Habrá otros momentos en su vida para tener un perro, pero éste no sería el momento adecuado.

Incluso si es usted una persona que sencillamente odia dar un paseo de forma regular, el Pit Bull puede ser la raza equivocada para usted. Hay otras razas que pueden vivir en un ambiente así. Se haría usted un favor y se lo haría también al Pit Bull si escogiese en su lugar una de estas otras razas.

El propietario perfecto para un Pit Bull Terrier es aquel que le devolverá la devoción que el perro le dedicará. Este propietario querrá al perro, en primer lugar, debido al fantástico compañerismo que le proporcionará y no por la imagen que transmite. Este propietario disfrutará, tanto como el perro, del ejercicio que le hace falta a esta raza. Este propietario comprenderá la reputación por la que se han tomado represalias contra este perro y trabajará para mejorar esto. Este propietario estará en disposición de hacerse cargo de un perro que puede vivir con él 15 años, sin esperar que el perro pueda hacerse cargo de excesivos cambios durante su vida. Este propietario será aquel que pueda proporcionarle una rutina muy regular en todos los aspectos.

Si es usted esta persona, el Pit Bull puede ser una mejor elección de entre los perros de raza pura que lo que usted hubiera pensado en un principio.

Consideraciones de salud específicas de la raza

El Pit Bull es, por lo general, una raza sana, y cuanto más cerca esté el perro de una línea de trabajo, más sano será. No obstante puede ser aquejado por cualquiera de las enfermedades propias de la raza canina. Una situación que merece una especial mención aquí es la displasia de cadera y su relación con el Pit Bull de trabajo. Mientras que no hay duda de que ésta es una condición seria para muchas razas y que la selección de un cachorro debería, por lo general, incluir preguntas acerca de la condición de las caderas de los animales reproductores, en algunos casos, la preocupación puede ser exagerada. En el caso de los Pit Bulls de trabajo, éste suele ser el caso.

Poco después de que el United Kennel Club se involucrara en organizar certámenes de belleza para Pit Bulls inscritos en su libro de orígenes de sus Pit Bulls, los criadores de Pit Bulls de exposición empezaron a examinar a sus animales para descartar la displasia de cadera. Se extendió un grito de alarma por todos los Estados Unidos, porque la mayoría de los Pit Bulls que estaban siendo examinados resultaban ser muy displásicos. Ninguno de estos perros displásicos mostraba ninguna evidencia externa de sufrir este mal, y todos los animales reproductores de los que descendían estos perros habían sido perros luchadores muy trabajadores, de larga vida y super-atléticos.

Hay una diferencia entre lo que llamamos displasia «real» y displasia «teórica». Si usted va a elegir su cachorro de entre animales de trabajo de calidad probada, criados pensando mucho en la pelea y de larga vida, las preguntas acerca de evidencias médicas de que las caderas estén bien formadas no son tan imperativas como lo podrían ser en otras razas, especialmente aquellas más grandes.

Variaciones en la raza

Anteriormente, empezamos a discutir la primera divergencia en cuanto al tipo entre el Pit Bull en su forma de trabajo, tal y como estaba representado por aquellos perros inscritos en el libro de orígenes del United Kennel Club y en la American Dog Breeders Association, y el tipo de la raza en su forma de exhibición para las exposiciones de belleza, tal y como están representados por los perros inscritos como American Staffordshire Terriers en el libro de orígenes del American Kennel Club. Esta divergencia en cuanto al tipo es común entre perros inscritos en organizaciones caninas distintas para la exhibición en exposiciones de belleza, pero que continúan siendo utilizados en tareas de campo, como pueden ser los perros de caza como el Labrador Retriever o el Setter Inglés. Rara vez, los perros que tienen éxito en las exposiciones de belleza, triunfan también como perros de campo o de trabajo, especialmente en los Estados Unidos, donde la capacidad de trabajo no afecta el que un perro sea campeón. Por otro lado, en el Reino Unido, las razas de trabajo y de caza, por ejemplo, deben clasificarse en pruebas de campo antes de ser considerados plenos campeones.

En el caso del Pit Bull, la situación se ha vuelto incluso más complicada en los últimos años. Hoy día podemos ver como mínimo tres formas del tipo de raza Pit Bull y estas tres formas pueden ser etiquetadas como tipo de trabajo, el tipo de exposición para los perros de belleza y el tipo para perros mascota «criada en casa». Aunque hay que decir que esta situación no es exclusiva de los Pit Bull, pues cualquier raza, excepto tal vez los toys, puede ser utilizada para trabajo, para exposición o meramente como perro de compañía.

El tipo de trabajo (pelea) del Pit Bull tiende a ser más pequeño, con los huesos más finos, y son perros más de tipo terrier. Temperamentalmente, estos perros tienden a ser agresivos hacia otros perros, pero no hacia las personas. De hecho, hace años, el Pit Bull criado para la pelea tenía la reputación de ser una de las razas más inútiles para el trabajo de protección, ya que se mostraban poco dispuestos para mostrar agresión hacia las personas.

El tipo del Pit Bull de perros para las exposiciones de belleza, tiende a ser mayor, con los huesos más fuertes, con pechos más anchos y con la cabeza más grande. El temperamento de estos perros tiende a ser menos agresivo hacia otros perros y no muestran mucha agresividad hacia las personas.

El perro «criado en casa» tiende a ser mayor que el perro de trabajo. No es un animal de aspecto refinado. No está criado para resistir mucho en las peleas de perros prolongadas y no es criado para ganar exposiciones de belleza. Generalmente es criado para ser atractivo en el mercado de perros de aspecto «macho». En cuanto al temperamento, estos perros tienden a ser más agresivos hacia las personas y frecuentemente son también aparentemente más agresivos hacia otros animales. Después de todo, aquellos que quieren un perro de aspecto «macho» querrán adquirir en el mercado un perro que amenace a los otros. Aquellos que ven un mercado en vender Pit Bulls a estas personas, tienden a seleccionar para conseguir esta cualidad.

Al seleccionar un Pit Bull para su casa, quizá es más importante que en el caso e cualquier otra raza, hacer su trabajo cuidadosamente. El perro criado para la pelea quizá no sea tan mala elección como mascota como podría usted haber pensado. El perro de exposición es, generalmente, una buena mascota, pero el perro «criado en casa» es el que ha dado lugar a los problemas respecto de esta raza que hemos podido ver en estos últimos años.

Debemos reflexionar sobre esta última afirmación. Lo cierto es que para evitar problemas, deben tomarse medidas precautorias adecuadas, pues se suele olvidar las imprevisibles reacciones que puede tener un animal, por más que en el trato diario sea de lo más fiel y cariñoso.

Es un perro que debe ser manejado con precauciones. Teniendo lo anterior en cuenta, el Pit Bull será un excelente compañero en el hogar.

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Historia de la American Pit Bull Terrier

El origen de la raza en su patria

A los americanos les gusta pensar que el Pit Bull Terrier, o más correctamente el American Pit Bull Terrier, es una raza de origen puramente americano. Esto es, en gran medida, cierto. Después de todo fue en los Estados Unidos donde esta raza adquirió su forma, aptitud y carácter. Como no hay registros escritos que documenten claramente el origen de la raza, abunda el desacuerdo entre sus defensores. La mayoría de los historiadores del American Pit Bull afirman que el American Pit Bull Terrier es la versión americana del Stafford o Staffordshire Bull Terrier, un perro criado para la pelea, del Reino Unido. Estos amantes de la raza mantienen que cuando los emigrantes ingleses y, especialmente los irlandeses, se establecieron por todo el Nuevo Mundo, los pequeños perros que tenían en tan alta estima en sus casas, los Staffords criados para la pelea, viajaron en algunos casos con ellos. Como fueron separados de los animales fundadores, la reserva de genes de los Staffordshire Bull Terriers de los Estados Unidos se volvió distinta y estuvo sometida a los cambios impuestos por la mentalidad de los criadores de perros americanos. El más obvio de estos cambios fue un aumento del tamaño.

Otros amantes del Pit Bull tienen otra opinión respecto al origen de la raza. Estos aficionados creen que el Pit Bull es una versión moderna del English Bulldog original. Especulan que, al contrario que el Staffordshire Bull Terrier, una raza de ancestros Bull y Terrier conocidos, el Pit Bull no tiene sangre terrier en absoluto, sino que es más bien una continuación del Bulldog puro de la época isabelina. Especulan incluso que las muy obvias diferencias entre el moderno perro de exposiciones de belleza conocido como Bulldog y el Pit Bull reflejan los muy diferentes propósitos para los cuales fue criada cada una de estas razas: exposición de belleza versus trabajo. Este pensamiento está mejor expuesto en los escritos del historiador del Pit Bull Richard Stratton, también de los Estados Unidos.

Función original del American Pit Bull Terrier

Los detalles de la historia antigua de la raza y de su actual reputación muestran, sin embargo, que no hay duda acerca de una cosa, y que es la función central de la raza Pit Bull. A través de toda la existencia de la raza, desde sus días más tempranos y hasta cierto punto, en sus momentos actuales, el Pit Bull en su forma de trabajo ha sido y sigue siendo, en esencia, como un perro de pelea. Esto quiere decir que la función de la raza, su propósito real, fue, y sigue siendo, en las mentes de algunas personas, un instrumento para los corredores de apuestas. La raza fue selectivamente criada sin fijarse en el aspecto, sino más bien en la mejora de la habilidad para luchar contra otros Pit Bulls, y sólo contra otros Pit Bulls, en combates mantenidos durante mucho tiempo, en rings hechos por el hombre, para la diversión de los espectadores. Fíjese que, al contrario que otras razas, el cometido del Pit Bull nunca fue atacar a las personas. De hecho, debe puntualizarse que en los combates organizados en los que el Pit Bull era utilizado y todavía es a veces utilizado, estos perros eran manejados por sus presentadores a lo largo de todo el evento. Aquellos que usan estos perros en dichos eventos no le encuentran utilidad a un perro que pudiera, de alguna forma, poner en peligro más bien al presentador que no al perro oponente.

El American Pit Bull en el siglo XX

Mientras que el pasado lejano del Pit Bull puede continuar siendo un punto de desacuerdo, la historia más reciente de la raza no deja lugar a las dudas. La raza inició el siglo XX en su patria como una raza recién registrada oficialmente. En 1898, un hombre llamado Chauncy Bennet fundó una organización llamada el United Kennel Club o UKC, con el único propósito de registrar en un libro de orígenes genealógico al Pit Bull. Hizo esto porque la raza había sido ignorada como tal, para su inscripción en el libro de orígenes del American Kennel Club (AKC), que ya hacía tiempo que existía. La raza ha sufrido una serie de cambios durante su existencia con el United Kennel Club. Hace tiempo se la llamó Pit Bull Terrier, y durante otra temporada American (Pit) Bull Terrier, etc., pero hasta el día de hoy, el United Kennel Club todavía existe y continúa inscribiendo a ejemplares de esta raza en su libro de orígenes genealógico con el nombre de American Pit Bull Terrier. El UKC también ha sufrido algunos cambios durante este siglo y, aunque continúa inscribiendo en su registro al Pit Bull, inscribe, hoy día, incluso más razas que el AKC.

Otra organización para la inscripción en América de perros de pura raza, empezó también a inscribir en su libro de orígenes al Pit Bull a principios del siglo XX. Esta organización, conocida como la American Dog Breeders Association (ADBA), que fue fundada por Guy McCord, un íntimo amigo del famoso criador de Pit Bulls John P. Colby. Al igual que el UKC, la American Dog Breeders Association, o ADBA, todavía registra al Pit Bull hoy día.

Durante los años 30, una serie de televisión americana titulada Nuestra Pandilla (o, Los Pequeños Pilluelos), tenía entre sus personajes habituales a un Pit Bull llamado «Petey», también conocido como «Pete el cachorro». La popularidad de la serie y de su mascota canina causaron tal atención positiva hacia la raza que, hacia 1936, el American Kennel Club empezó a inscribir en su registro a perros de esta raza. Descontentos con el nombre de la raza, aquellos responsables del registro de la raza en el AKC decidieron cambiar el nombre oficial al de Staffordshire Terrier y, finalmente, muchos años después, al de American Staffordshire Terrier. Así pues, a finales de los años 30, aquellos Pit Bulls registrados en el United Kennel Club, el American Dog Breeders Association y el American Kennel Club, eran exactamente la misma raza. Efectivamente, los criadores, como John P. Colby, inscribían a sus perros tanto como American Pit Bull Terriers en el UKC como American Staffordshire Terriers en el AKC.

La popularidad del Pit Bull, con sus inscripciones en distintos libros de orígenes genealógico y sus varios nombres de raza oficiales, se apagó durante los 40 y los años siguientes hasta, más o menos, 1980. La raza nunca se vio amenazada por la extinción. Nunca se llegó a una situación en la que se pudiera decir que no había ningún interés por estos perros en absoluto, pero otras razas eran las que atraían la atención del aficionado de los perros. Durante este periodo, aquellos perros inscritos como Staffordshire Terriers o American Staffordshire Terriers en el AKC cayeron en desgracia con la cofradía de los perros de pelea. Los criadores del AKC centraban toda su atención en la competición en el ring de las exposiciones de belleza y dejaron que criaran perros para pelea aquellos criadores que inscribían a sus perros en el UKC y el ADBA.

Fue durante este periodo cuando se empezó a desarrollar una divergencia tanto en el aspecto físico como en el temperamento entre aquellos perros inscritos en el AKC y aquellos inscritos en el UKC y en la ADBA. Mientras que muchos criadores de Pit Bulls registrados en el UKC y en la ADBA continuaban criando con una forma y un temperamento de trabajo en sus mentes, los criadores del AKC dedicaron todos sus esfuerzos a criar perros que estuvieran a la altura del estándar de belleza adoptado y que estuvieran así más preparados para competir en el ring de las exposiciones de belleza.

Como resultado, el American Staffordshire Terrier tomó su forma actual, que era más recia, mientras que los perros de las líneas de trabajo retuvieron más su aspecto terrier.

También durante esta época, la raza, tanto en su forma de trabajo como en la forma de exposición de belleza, e independientemente de en qué libro de orígenes estuvieran registrados, disfrutó de una condición de relativa oscuridad. Vivía tranquilamente en América. Nadie pensaba que pudiera ser un perro peligroso. Muchos incluso olvidaron lo que era un Pit Bull. Aquellos que recordaban la raza, lo hacían con cariño debido a la serie de comedia televisiva. La reputación de ser peligrosos estaba entonces reservada a razas tales como el Dobermann. El Pit Bull les fue reservado casi exclusivamente a los aficionados a la raza.

Alrededor de la época en la que la reputación del Pit Bull empezó a cambiar para mal en los Estados Unidos (aproximadamente en los años 80), los holandeses que hacían peleas de perros habían mostrado interés por estos perros. Los primeros Pit Bulls que llegaron a Holanda eran perros luchadores serios que les fueron comprados a «perreros» americanos empedernidos. No pasó mucho tiempo hasta que los clandestinos que participaban en las peleas de perros empezaron a enterarse de las importantes peleas y las crías que se llevaban a cabo en Holanda. Desde Holanda, el interés por el Pit Bull se extendió hasta Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, zonas de Escandinavia y a los demás lugares de Europa y al mundo entero.

Hacia finales de los 80 o alrededor de 1990, la saga del «peligroso Pit Bull» se empezó a extender a través de las fronteras americanas a otros países, incluso muy lejanos. Siguiendo el camino establecido por los funcionarios que se encargan del cumplimiento de la ley en el Reino Unido, los países empezaron a aprobar leyes contra la posesión y la importación de una raza que era muy desconocida, incluso en su país de origen, unos pocos años antes.

Recientemente se han dado en España algunos casos de agresiones a personas por parte de perros de diversas razas, entre ellas el Pit Bull. Los medios de comunicación han contribuido a expandir las noticias y se ha hecho mucho hincapié en el riesgo que comporta la tenencia de perros en general y de ciertas razas con historial de agresividad en particular y se ha levantado cierto clamor para que se castigue con severidad los casos de agresión que se produzcan y dicten normas para que sus propietarios tengan debidamente controlados a los perros de determinadas razas.

La cuestión trasciende más allá de los esporádicos casos de agresión, pues por más que están prohibidas, se sabe que siguen celebrándose en diversos lugares peleas de perros con las apuestas correspondientes y los importantes intereses en ellas involucrados.

Estos perros son adiestrados para luchar contra perros, no contra personas. O al menos éste es el argumento que esgrimen los defensores de las peleas de perros.

Pero no hay que olvidar que un perro no es un animal racional y si sus instintos agresivos son exacerbados, es imprevisible su reacción en un momento dado ante situaciones imprevistas.

El clamor de la gente al que antes nos hemos referido no se ha limitado a los riesgos de agresión, sino que las quejas han sido transferidas a todos los propietarios poco cuidadosos con las evacuaciones de sus mascotas, que al decir de la gente mantienen las calles realmente intransitables.

Como aficionados a los perros, seamos propietarios o no, debemos concienciarnos de que el animal es el único irresponsable de sus actos, que se debe única y exclusivamente a la educación recibida y que hay que legislar de forma que sean castigados debidamente los auténticos responsables de la conducta y del temperamentodel perro, es decir, los propietarios negligentes o despreocupados de lo que implica la posesión de un animal.

Si deseas saber más sobre el American Pit Bull Terrier te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Pit Bull Terrier Serie Excellence:

 

Apariencia de la American Pit Bull Terrier

Consejos de compra

Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...

  • Os aseguréis de que responde vuestras dudas, que se descubre conocedor de la raza (que asiste a exposiciones caninas), y que se ofrece a realizar un seguimiento del cachorro después de la venta. ¿Se implica, o se limita a fijar un precio?
  • Veáis si está recomendado por otros criadores, o si tiene referencias de clientes satisfechos.
  • Os aseguréis de que tiene afijo, que sus perros están inscritos en el LOE y tienen pedigree en regla. Tened en cuenta que tramitar el pedigree de un cachorro no es nada caro, desconfiad de frases tipo "si te lo doy con pedigree te va a salir mucho más caro".
  • Os dé garantías en relación a problemas de salud, físicos, hereditarios... ¿Entrega el cachorro con cartilla veterinaria, chip, vacunas, desparasitaciones y revisiones veterinarias al día?
  • Le pidáis que os muestre sus instalaciones y os deje ver a los ejemplares ¿Están éstos libres de enfermedades?
  • Y por último, recordad que los cachorros necesitan un mínimo de dos meses junto a su madre antes de ser entregados. Desconfiad de quien quiera acelerar el proceso.
Además, siempre hay que tener muy en cuenta los cuidados que requiere vuestra futura mascota. Tomad nota:
En el caso de los American Pit Bull, su mantenimiento estético es poco exigente comparado con otras razas.
  • Cepillado semanal con cepillo de goma.
  • Se debe bañar cada seis u ocho semanas.
  • No requiere de corte de pelo.
  • Hay que cuidar sus ojos, orejas y dientes.
  • Se debe acudir al veterinario con la frecuencia que se requiera, y tener siempre al día sus vacunas. 
Por otro lado, la raza American Pit Bull requiere de mucho ejercicio diario. 
 
De igual forma no hay que olvidar las posibles patologías de la raza:
  • Displasia de cadera

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