Durante muchos siglos, unos perros que encajan con la descripción del Border Terrier fueron usados por los pastores, cazadores y agrigultores de los condados fronterizos de Inglaterra y Escocia. De estos perros, posibles ancestros de la raza, tomó el nombre el Border Terrier (Border en inglés significa borde o frontera).
Se conocen grabados del Border-Terrier desde el siglo XVII, en los que aparece acompañando tanto a los señores en la caza del zorro como vigilando animales de corral y ovejas. Pero no fue hasta mediados del siglo XIX en que los expertos se empezaron a fijar en esta raza, establecida hacía años como perro de trabajo en las familias del norte de Inglaterra.
El Border Terrier tiene muy buen carácter, es impetuoso, paciente y obstinado. Debido a su sociabilidad se adapta bien a la vida familiar y llega a ser un compañero muy fiel, aunque también es independiente y le gusta tomar sus propias decisiones. Este es un perro de caza y no dudará en perseguir los pequeños roedores que estén a su alcance.
El Border-Terrier, de cara parecido a una nutria, es alto, estrecho y bastante largo. Sus extremidades son rectas y de osamenta poco pesada. Tiene unas orejas pequeñas en forma de “v” que caen hacia delante y una cola mediana implantada alta. Es de piel gruesa cubierta por un pelo duro y denso. Este perro puede ser de color rojo, trigueño, grisáceo y fuego o azul y fuego.
Hay que iniciar la educación del Border Terrier desde pequeño, es importante que esté rodeado de personas y perros para que no se vuelva introvertido. Al ser de tamaño pequeño se adapta bien en interiores pero no se debe olvidar que proviene del campo y que le gusta dar largos paseos.
El Border-Terrier es un animal resistente, aunque en algunos casos puede padecer problemas de corazón congénitos, displasia de cadera y atrofia progresiva de retina.
El border-terrier es un terrier pequeño, no más grande que un carlino. A pesar de su tamaño, este perro es un corredor infatigable, y la longitud de sus patas, desacostumbrada en un perro tan pequeño, le permite seguir sin dificultad el galope de un caballo durante horas.
Enemigo hereditario del zorro, la marta y la nutria, cuya cara curiosamente tiene un cierto parecido con la suya, el border-terrier no dudará en meterse bajo tierra cuando su presa se refugie en la madriguera; además tiene una potente mandíbula que le permite atacar en cualquier circunstancia.
Originario de un país de clima inhóspito, el border-terrier trabaja en las situaciones más extremas por cuanto su muy espesa piel y el subpelo que complementa su pelo duro y denso lo hacen insensible a la lluvia y a los colmillos de las bestias que persigue, en particular los de la nutria que pueden producir heridas peligrosas en otros animales. El border-terrier tiene unas cualidades de resistencia e impetuosidad a las que se une una gran paciencia, y hasta obstinación, y es capaz de estar alerta cerca de la madriguera de un zorro todo el tiempo que haga falta. Domina todos los terrenos, es obediente y sigue a los cazadores a través de los pedregales y los marjales sin que nunca pierda el rastro, por lo que es un excelente perro de caza, inmortalizado en infinidad de relatos entusiastas.
A comienzos de siglo, los cinófilos que se interesaban por el border-terrier esperaban con una cierta astucia que su falta de elegancia le evitara ser incluido en la clasificación del Kennel Club por temor a que la inscripción oficial terminara convirtiéndolo en perro de exposición y de concurso con lo que la raza perdería sus cualidades originales. Por fortuna, esos temores no se vieron confirmados, y el border tuvo su entrada en el mundo de la moda canina sin que se alteraran sus aptitudes. Ha conservado su bigote característico a pesar de las modas en el arreglo, los flecos abundantes o las patillas que han transformado muchos perros de caza sólidos y dignos en animales de salón.
Todo lo cual no quita para que el border-terrier sea también un animal de compañía muy apreciado. Su tamaño le permite adaptarse a los espacios reducidos; es un compañero de juegos encantador para los niños; gracias a su carácter sociable se integra fácilmente en la vida familiar.
Su inteligencia y las cualidades bien definidas de la raza que probablemente le vienen de sus orígenes, hacen de él un perro de una fidelidad inquebrantable capaz incluso de adaptarse a la vida de ciudad con tal de poder dar largos paseos por el campo.
Cuando los cinólogos empezaron a fijarse en el border terrier a mediados del siglo XIX, ya hacía tiempo que este perro era un elemento familiar en los campos de Cumberland y Westmorland en el norte de Inglaterra.
Hay grabados del siglo XVII que muestran que había sabido ganarse la simpatía tanto de los señores que cazaban el zorro como de los campesinos que habían encontrado en el un guardián implacable de los animales de corral y de las ovejas.
Protector de los rebaños contra los predadores, sustituyendo en cierto modo a los pastores que, a causa del hábitat disperso en estas regiones brumosas de clima rudo, no podían estar siempre en el terreno para velar por el ganado, el border-terrier contribuiría a la conservación del patrimonio de los campesinos ingleses para quienes la lana (conocida en el mundo entero con el nombre de cheviot, como los montes de donde procede el border) constituía su principal riqueza. Muy popular, el border-terrier se convirtió en el protagonista de relatos y leyendas cuyos autores trazaban un retrato apologético de el.
Antaño llamado reedwater-terrier (terrier de los ríos con cañaverales) o coquetdale-terrier (terrier del pequeño valle bonito), el border-terrier debe su nombre actual (que se le puso hacia 1880) a su región de origen en los confines de Inglaterra. En cuanto a conocer sus ancestros propiamente dichos, después de muchas discusiones entre los cinólogos, estos coinciden hoy en afirmar que tiene lazos de parentesco con el bedlington, el dandie dinmont y el lakeland terrier, tres perros que nacieron en regiones cercanas unas de otras, así como con el redesdale, un white terrier desaparecido en la actualidad al que los cachorros borders le deben algunas pequeñas manchas blancas.
Apreciado por algunas familias de Northumberland, los border-terriers participaron a primeros de siglo en diversas exposiciones en los Border Counties, y más concretamente en Northumberland. En aquella época, los cinólogos, entusiasmados por la aptitud de estos perros para el trabajo y preocupados por la competencia que le pudieran hacer otras razas de terrier, decidieron crear el Northumberland Border-Terrier Club, unos cuantos años antes de que el British Kennel Club inscribiera el primer border-terrier en la categoría de perros poco conocidos y extraños (en 1913).
En 1920, el Northumberland Border-Terrier Club había dejado de existir en el mismo momento en que se creaba otro club, el Border-Terrier Club. Éste sigue existiendo en la actualidad y se le puede considerar como el verdadero club de la raza. Aquel mismo año, el Kennel Club reconoció oficialmente el border-terrier.
El club estableció un primer estándar que modificó muy poco sus características originales convirtiendo al border terrier no sólo en perro de trabajo sino también de exposición.
El border-terrier tiene cierta aceptación en los países nórdicos, pero, naturalmente, es en su país de origen y en el antiguo Imperio británico, incluyendo Sudáfrica, donde está más implantado.
Es esencialmente un terrier de trabajo. Perro capaz de seguir a un caballo.
Reuniendo en sí actividad y coraje.
Cabeza como la de una nutria.
De longitud moderada.
Profundo, estrecho y moderadamente largo.
Moderadamente corta y bastante gruesa en su base, adelgazándose gradualmente hacia la punta. De implantación alta, llevada alegremente, pero nunca enroscada sobre el dorso.
Rectos y con huesos no muy pesados.
Bien desarrollados.
Pequeños, con almohadillas plantares gruesas.
Tiene la entereza para seguir a un caballo.
Gruesa.
Áspero y denso, con una capa interna de pelo espeso.
Rojo, trigo, parduzco y fuego o azul y fuego.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de su efecto en la capacidad de trabajo de estos terriers y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal, completamente descendidos en el escroto.
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