¿Qué hacer en caso de pérdida o robo de mi mascota?

En el momento de la pérdida o robo de nuestro animal nos podemos poner nerviosos, no pensar con claridad y estar un poco perdidos por no saber qué hacer. Pero ante el disgusto, es importante intentar calmarnos y actuar lo más rápido posible.

Si nuestra mascota se ha extraviado o creemos que puede haber sido robada, lo debemos notificar de inmediato a las autoridades pertinentes como:

• La Policía Local.
• El SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil).
• El Ayuntamiento.
• La REIAC (Red Española de Identificación de Animales de Compañía).

En nuestra denuncia tenemos que indicar el número del chip y el nombre del animal, nuestros datos personales y, si lo sabemos, la fecha y el lugar donde se perdió o nos lo robaron.

También es recomendable ponernos en contacto con el centro en el que adoptamos al animal (en el caso de que fuera adoptado) y llamar a todas las protectoras que conozcamos. Puede que alguien lo encuentre y lo lleve a la protectora más cercana.

Asimismo, si una persona encuentra un animal perdido, debe dirigirse a cualquier veterinario, que leerá gratuitamente la e intentará localizar al propietario.

Lo más rápido para identificar un animal perdido y que sea devuelto de inmediato a su dueño es colocarle una chapa en el collar con el número de teléfono, aunque no es lo más seguro. La chapa se puede caer o, si han robado al perro, también se la pueden haber sacado, dejando así al animal sin identificar. Por lo que la opción de implantar el microchip es la más fiable.

Por otra parte, nunca está de más hacer una pegada de carteles por la zona en que vimos por última vez a nuestra mascota, como en parques, mercados, paradas de bus, centros veterinarios... Es importante que adjuntemos una foto del animal, su nombre, algunos datos que creamos importantes y varios teléfonos de contacto.

También aconsejamos realizar búsquedas por diferentes zonas y a diferentes horas. Los animales tienden a andar bastante, a buscar comida y a refugiarse de la lluvia, el sol... por lo que debemos pensar a qué lugares podría haber ido.

En definitiva, lo más importante es no rendirse, ser constantes en nuestra búsqueda y visitar a menudo perreras y protectoras. Se conocen muchos casos de animales perdidos o robados que aparecen al cabo de meses o años, en zonas incluso muy alejadas del lugar del suceso.