Mascotas

Mascotas para montaCriadores

Centro de conocimiento

Ayuda

Portal de Ayuda y Seguridad
Mascotas en ventaTodas las Mascotas en venta
Artículos y consejos para mascotasTodos los artículosPor mascotaGatosPerros
MundoanimaliaMundoanimalia
Un cachorro en casa
Cuota:

Un cachorro en casa

Es fácil pensar que la convivencia con un cachorro resultaría  de lo más entrañable; un regordete perrito dormilón y juguetón al que acurrucar y colmar de atenciones.
Este primer pensamiento es tan idílico como engañoso. Un cachorro exigirá nuestra total dedicación; además de acurrucarle deberemos proporcionarle un entorno adecuado, cubrir sus necesidades vitales y sobre todo, tendremos la responsabilidad de educarle convenientemente.

La llegada del cachorro

Una vez tomada la decisión de ampliar la familia con un miembro canino y en cuanto conozcamos el momento de su llegada, normalmente en torno a las 8 o 10 semanas después de su nacimiento, sería conveniente que pudiésemos reservarnos unos días para poder compartir íntegramente con el cachorro. Durante este periodo, es muy importante que todos los miembros de la familia, especialmente los niños, faciliten la adaptación del animal a su nuevo hogar.
Tendremos que ser muy pacientes y tratarlo con mucho cariño, sobre todo los primeros días.
Nuestro cachorro llegará a casa confundido y abrumado. Para él, la llegada a nuestro hogar representa un cambio brusco de toda su existencia, de todo lo conocido hasta entonces.
Debemos permitirle que olfatee, explore y corretee por todos los rincones de la casa.
Entre tanta excitación es posible que se produzca el primer pipí ya que el gran nerviosismo puede influir en sus esfínteres.  También debemos mostrarle lo antes posible su lugar de descanso; la mantita o la cama donde deseamos que duerma. Deberemos llamarlo por su nombre y empezar a utilizar; el “NO” rotundo y tajante cuando intente hacer algo indebido y el “Muy Bien” para premiarlo por una buena conducta.

Visita al veterinario

Es imprescindible visitar al veterinario lo antes posible para que le efectúe un reconocimiento,  elabore su cartilla de vacunación y nos resuelva todas las dudas que nos hayan podido surgir. Si nuestro cachorro proviene de un criadero, lo habitual será que nos lo entreguen desparasitado y habiendo recibido las primeras dosis de algunas vacunas.

La primera noche

Debemos prever que la primera noche de nuestro cachorro no será la más placentera. Llorará porque echa de menos a su madre y a sus hermanos y estará intranquilo porque todavía no le ha dado tiempo a asimilar que ese será en adelante su nuevo hogar.
En las noches sucesivas la situación va mejorando, aunque probablemente ya no llorará, será inevitable que se despierte varias veces de madrugada por necesidades fisiológicas; sus inmaduros esfínteres no le permitirán una autonomía de más de 2 o 3 horas.
En estas ocasiones el perrito querrá aprovechar la ocasión para venir a saludaros y porque no, a jugar un rato. Es importante que os mantengáis inflexibles y reprendáis esta conducta insistiendo con firmeza en la vuelta a su cama.
Afortunadamente esta es una etapa muy corta, en unas semanas podréis volver a descansar  normalmente y sin interrupciones. Los malos sueños no serán más que una anécdota para contar a los amigos.

 

Equipo básico

Antes de que llegue nuestro cachorro compraremos sus enseres básicos y decidiremos  el lugar donde deseamos colocar su cama y donde colocaremos los cuencos de la comida y el agua.
Aquí tienes una lista del equipo básico:
•    Alimento. Hoy en día existe en el mercado una gran oferta de piensos adaptados. Te recomendamos que consultes con tu veterinario cual es el más apropiado para tu perro, así como las pautas de alimentación. 
•    Comer y beber. Necesitaréis un par de cuencos, uno para la comida y el otro para el agua. Es preferible que sean de acero inoxidable para que el cachorro no corra peligro de mordisquearlos y tragar algún trozo. El cuenco destinado al agua debe estar siempre lleno.
•     La cama. Puede tratarse de una manta, una colchoneta o una caseta. Cualquier opción será válida y vuestro cachorro la adoptará como su “lugar seguro” al que acudirá para dormir o descansar. Es conveniente respetar este espacio del animal y tratar de no molestarle mientras descansa.
•    Juguetes. Prepara algunos juguetes apropiados y seguros. Tu perro pasará buenos momentos entretenido con el mordisqueo. Los cachorros caninos, como los humanos, necesitan el juego para su correcto desarrollo. El juego preferido de casi todos los perritos no será otro que morder  y morder.
•    Paseo. Necesitarás un collar regulable y extensible. Es aconsejable que lleves al cachorro siempre atado y sólo lo dejes suelto en lugares que ofrezcan una total seguridad. Los cachorros están ansiosos por correr y explorar y no siempre responderán a tus órdenes como cabría esperar en un perro adulto.  
•     Cepillo. El cepillado deberá formar parte de la rutina habitual. Dependiendo del tipo de manto será más o menos frecuente. Tu veterinario te aconsejará sobre la pauta adecuada.

Atención a los peligros

En casa deberemos tomar algunas precauciones para evitarnos algún que otro susto. Nuestro cachorro estará dispuesto a mordisquear todo lo que encuentre ante su morro y obviamente no todo será inofensivo. El modo de evitar estos peligros no será otro que reprender a nuestro perro cuando lo encontremos in fraganti  y evitar poner a su alcance objetos o sustancias nocivas, algunos ejemplos:
•    Electricidad. Cuidado con cables y enchufes, una descarga eléctrica podría resultar mortal. Los cables deben estar ocultos o cubiertos.
•    Juguetes. Igual que ocurre con los juguetes infantiles, algunos no cumplen la normativa; el material podría degradarse fácilmente y romperse, con el consiguiente riesgo de que el perro trague los trozos.
•    Huesos. Los huesos de conejo, pollo o pequeñas aves resultan peligrosos, al comerlos se astillan lo que puede producir heridas graves en la garganta del perro al tragarlos. Lo permisible es dejar a nuestro perro roer un hueso grande de ternera que además de mantenerle entretenido un buen rato, no le comportará mayor peligro.
•    Objetos peligrosos. Es conveniente que no dejes a su alcance objetos cortantes  o afilados con los que podría lastimarse o tan pequeños que pudiese tragar. Las bolsas de plástico también resultan peligrosas, podrían producirle asfixia. 
•    Productos tóxicos. Mantén fuera de su alcance: productos de limpieza, medicamentos, pinturas, insecticidas o cualquier otra sustancia tóxica. El cachorro podría romper el envase fácilmente y las consecuencias serían fatales.
•    Plantas venenosas. Cuidado con el jardín, muchas de las plantas ornamentales más comunes podrían resultar tóxicas o incluso mortales para tu cachorro si las ingiriese. Entre las más conocidas:
     Aloe Vera (produce diarrea)
     Azalea (produce vómitos, diarrea, somnolencia)
     Clavel (irritación en la boca y piel)
     Poinsettia o Flor de navidad (irritación en la boca y piel)
     Hortensia (vómitos, dificultad para respirar)
     Adelfa (aumento de la presión arterial, latido irregular, con síntomas severos podría resultar mortal)
     Hiedra Inglesa (alteración del sistema nervioso, normalmente seguido de coma y en los casos más severos podría resultar mortal)

Para concluir, recuerda que adoptar a un cachorro comporta una gran responsabilidad, el cachorro de hoy se convertirá en el perro que nos acompañará durante toda su vida. Será nuestro amigo fiel y nos asegurará momentos y vivencias inolvidables. Está en nuestras manos proporcionarle la vida saludable y feliz que merece.

Suscribir
Suscribir
Suscribir
Suscribir