Calamares gigantes: imponentes pero inofensivos

Tradicionalmente, la historia del calamar gigante se ha asociado a seres como el kraken, presentes, además de en los cuentos escandinavos, en libros como Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne, o películas como la saga Piratas del caribe. Pero estos cefalópodos son inofensivos, por lo que su interés radica únicamente en la excepcionalidad de estos seres, que copan las portadas de los periódicos cuando aparecen muertos, agonizantes, como el grabado en la costa de la localidad coruñesa de Bares, o son descubiertos en las profundidades marinas.

¿Cúal es su tamaño?

Se desconoce cuál es el tamaño máximo que alcanzan estos ejemplares, pero el calamar gigante más grande, que se encontró muerto en Nueva Zelanda a finales del siglo XIX, medía 18 metros. Por lo que respecta a su peso, este oscilaría entre los 105 kg del molusco gallego y los 750 kg de los calamares colosales, una variedad aún mayor de los calamares gigantes que viven en aguas más frías y profundas.

Además de su tamaño, estos seres son excepcionales por su aspecto físico, caracterizado por unos tentáculos largos y provistos de cuatro filas de ventosas y unos ojos también enormes, con un diámetro aproximado de 20 cm. Son animales singulares por su aspecto, por sus dimensiones y porque para verlos de manera natural hay que descender a mucha profundidad.

¿Dónde se encuentran?

Por lo que respecta a su hábitat, se han encontrado ejemplares en distintos puntos del planeta, por lo que parece que no hay una zona definida propia de estos cefalópodos, a diferencia de lo que sucede con el calamar colosal, que es propio de aguas árticas. aunque sí parece que las aguas deben ser bastante profundas.

En nuestro país, el hallazgo habitual de estos calamares en la costa cantábrica hizo que se abriera, en el municipio asturiano de Luarca, el Centro del Calamar Gigante, dedicado al estudio de este impresionante animal marino. A día de hoy, el centro permanece cerrado desde 2014 debido a los deterioros sufridos por un temporal, pero conserva nueve calamares que acabaron varados en aguas cántabras.

Aunque los científicos han conseguido filmar algunos calamares en su hábitat, todavía se desconoce todo lo concerniente a su vida, como su época de apareamiento, su reproducción, su alimentación, el tamaño de sus crías, etc.